Luego de que este diario informara que en el anterior gobierno se compró combustible para termoeléctricas que nunca se hicieron, la mandataria capitalina señaló que desconoce si fue irregular, pero lo que “sí es que no se requería, por lo menos en este momento, tanto gas como fue planteado.
“Se hizo un contrato excesivo, desde mi punto de vista, pero afortunadamente creo que ya hubo una negociación que encabezó el presidente, Andrés Manuel López Obrador, que se ha hecho pública, en la que participó la Comisión Federal de Electricidad y la Secretaría de Energía. Lograron un acuerdo muy favorable para el país, en términos de esta fuente de energía fósil, que aun cuando es un hidrocarburo tiene menos impactos ambientales que el combustóleo o que incluso el diésel.”
Sheinbaum refirió que el acuerdo para adquirir gas natural se hizo durante la década de los noventa, pero se refrendó en el sexenio pasado, principalmente para los ciclos combinados.
Explicó que hasta los años setenta la generación de energía eléctrica se hacía en las termoeléctricas con tecnología que usaba combustóleo o gas, en las que sólo se utiliza alrededor de 33 por ciento y el resto se desperdiciaba en calor, es decir, con una eficiencia muy baja.
En contraste, el gas natural tiene la gran virtud de que se desarrolló una tecnología que se llama de ciclo combinado, la cual cuenta con dos turbinas o dos esquemas de generación de energía en la misma planta.
“Una turbina, que es parecida a la de un jet, ahí se genera una parte de la electricidad y el aire caliente que sale de ahí todavía tiene una temperatura muy grande y puede utilizarse en otra turbina”.
Es decir, la eficiencia de los ciclos combinados frente a una termoeléctrica tradicional aumenta alrededor de 50 por ciento. Esa fue una apuesta que hizo México con el gas natural, desde mediados del 94, y desde entonces toda la planeación energética estaba orientada a ir creciendo en este tipo de plantas.
“Y entonces se hizo una compra, supuestamente para aumentar las plantas de ciclo combinado, nada más que compraron mucho más gas de lo que estaba planeado en el incremento de la demanda que, en realidad ahí habría que averiguar cuál fue el trasfondo.”
Dijo que estos contratos son con la Comisión Federal de Electricidad, pero este organismo no puede vender al usuario final, pues desde antes de la reforma de 2013 se privatizaron los gasoductos y la distribución final la hacen las empresas privadas por medio de monopolios regionales.
Por ejemplo, Sheinbaum señaló que en la Ciudad de México si se quiere gas natural no se le puede comprar a CFE, sino a una empresa privada que tiene la concesión para vender en la capital.