Unos 6,000 barriles de petróleo fueron derramados en el mar frente al distrito de Ventanilla, en la costa central del Perú (al norte de Lima), el sábado pasado, durante un procedimiento de carga y descarga de combustible en la refinería La Pampilla, según la empresa Repsol, que es su dueña y operadora.
Así lo informó hoy el ministro del Ambiente, Rubén José Ramírez Mateo, en conversación con la prensa. “Se ha estimado que ha habido un derrame de 6,000 barriles de petróleo”, resaltó el funcionario.
El buque internacional que cargaba el petróleo derramado portaba 1 millón de barriles del combustible para ser procesados en la refinería, puntualizó Ramírez Mateo.
“Hemos hecho un vuelo para la determinación del daño ambiental. Se ha visto que se ha afectado áreas, no solamente playeras, como Cavero o Bahía Blanca, sino ha llegado parte del material hasta casi Ancón”, agregó.
“Por eso, hemos exhortado que la empresa cumpla con su procedimiento de contingencia”, enfatizó.
El ministro informó que Repsol se comprometió a descontaminar, remediar y curar el suelo. Al respecto, Refinería La Pampilla comunicó que dispuso más de 200 personas divididas en cuadrillas con equipo especializado para que efectúen labores de remediación en las playas Cavero, Bahía Blanca y Santa Rosa en Ventanilla.
Sanción potencial
En ese sentido, Ramírez Mateo resaltó que “va a haber sanción de acuerdo a la omisión o acción que ha cometido la empresa”. La multa podría ascender a 30,000 unidades impositivas tributarias (UIT), equivalentes a 35.5 millones de dólares, acotó.
El domingo, Repsol informó que el derrame se produjo por “mareas inusitadas“ causadas tras la erupción del volcán Tonga en el Pacífico el viernes pasado.
Evidencia de daño ambiental
Un total de 4 kilómetros de mar han sido contaminados por el derrame de petróleo, desde la playa Cavero hasta la playa Costa Azul en el distrito de Ventanilla, informó su alcalde,Pedro Spadaro, a la emisora Radio Programas del Perú (RPP). Como resultado de la contaminación, la autoridad indicó que existen aves muertas en las orillas.
“Es un tremendo desastre ecológico”, dijo. “Necesitamos que se declare en emergencia, para que venga la fuerza armada y con su maquinaria limpie toda la playa”.
La presidenta interina del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Miriam Alegría, dijo a periodistas que según las muestras en el agua de mar y el suelo se ha podido calcular en unos 18,000 metros cuadrados de zona afectada.