El despliegue de Gas Bienestar va a paso lento; primero, las autoridades señalaron que en enero pasado ya se distribuiría en toda la Ciudad de México y luego, que a más tardar en el primer trimestre de 2022, pero a la fecha apenas suman 7 alcaldías donde se han comenzado fases de prueba para el reparto de cilindros de gas LP, menos de la mitad de las alcaldías.
De acuerdo con los anuncios de Gas Bienestar, el 31 de agosto de 2021 se arrancó el servicio en Iztapalapa; el 25 de octubre, en Azcapotzalco; el 16 de noviembre, en Tláhuac y el 13 de diciembre, en Tláhuac.
En este año, el 17 de enero anunció su llegada en Iztacalco y Miguel Hidalgo, y puede entrar una más próximamente, pues ayer el alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil, se reunió con el director general de Gas Bienestar, Gustavo Álvarez, y el coordinador general de Proyectos e Innovación de la Jefatura de Gobierno, Juan Carlos Bautista, para platicar acerca de las actividades conjuntas que para iniciar operaciones.
El proyecto a cargo de Pemex tiene contemplado una cobertura nacional y tras implementarse en la CDMX, las entidades que seguirán son Tabasco y Veracruz por compromiso presidencial.
Tras esto, el plan es cubrir todos los estados, sobre todo los que están influenciados por el gasoducto de gas LP que viene desde el sureste, desde Cactus, Chiapas, hasta Jalisco, según lo dicho por el propio director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza.
Desde un inicio se advirtió que la empresa productiva del Estado no contaba con las capacidades para la distribución masiva de cilindros de gas LP, insuficiente infraestructura, unidades de reparto, cilindros y personal, cuestión que confirmó el director de Pemex casi dos meses que entró en operación en la primera alcaldía de la CDMX.
En octubre, Romero Oropeza declaró que su preocupación era que no se contaban con los cilindros suficientes y que esto no permitía avanzar a la velocidad deseada.
Asimismo, la falta de recursos de la petrolera han sido una barrera; a finales del año pasado, el directivo indicó que se tenía la autorización del presidente para hablar con la Secretaría de Hacienda. De acuerdo con los cálculos de Pemex, el proyecto de Gas Bienestar requiere de 23,000 millones de pesos entre 2022 y 2024.
Después del anuncio de la creación de esta empresa para la distribución de gas LP, se dijo que esto sería una presión más para las finanzas públicas del país, ya que una vez más se iba a destinar recursos que pueden emplearse en otros rubros como salud, educación e infraestructura; uno de los que advirtieron esto fue el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El gobierno federal sigue inyectando miles de millones de pesos al “rescate” de Pemex, pero a la vez añadiéndole más compromisos, como lo es Gas Bienestar, para cumplir con labor social.
Esta administración ha apostado por la recuperación de la empresa productiva del Estado en participación en el mercado de petrolíferos, pero el gas LP desde hace mucho ha estado en manos de los privados que han invertido en infraestructura.
En diciembre pasado, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) determinó que Gas Bienestar no era una competencia fuerte en el mercado de distribución, pues su capacidad hasta el momento es limitada.
La meta de cubrir toda la CDMX a más tardar el primer trimestre de este año, como lo planteó el director de Pemex, pero se torna difícil, pues este proceso ha tomado más de medio año para siete alcaldías.
Destaca el hecho de que este fue un nuevo plazo que se dio, pues la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, había asegurado que sería toda la ciudad en enero de este año.
También se encuentra pendiente una app para teléfonos, prometida para monitorear los camiones repartidores de Gas Bienestar en tiempo real.