Las posturas de México y Estados Unidos serán dirimidas en un grupo de trabajo donde se aborde la agenda de las energías limpias, que trabajará a partir del mes próximo. Reunidos en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el representante para el cambio climático del gobierno de Estados Unidos, John Kerry, intercambiaron ideas con “franqueza” respecto a “la gran preocupación de Kerry por acelerar el paso hacia energías limpias, electromovilidad, aumentar la producción de energía eléctrica de todo tipo, con energías que no consuman o que no sean fósiles”, subrayó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
La visita del estadunidense levantó expectativas en el recinto histórico.
Desde la mañana, el mandatario refirió que, con el gobierno estadunidense, “nos estamos entendiendo, hay una buena relación”; no obstante, en el marcador de la contaminación mundial entre Estados Unidos y México, “hay una diferencia de más de 10 veces”.
A ese hecho se sumó la reunión que el ex senador estadunidense sostuvo con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien la calificó de “muy positiva y cordial; intercambiamos experiencias y puntos de vista sobre inversiones ambientales y programas de financiamiento sostenible”.
Por la mañana, en su conferencia de prensa, López Obrador respondió a la interrogante sobre el significado de la nueva declaración de Ken Salazar, quien la víspera reprochó su iniciativa de reforma eléctrica: “Yo tengo muy buena relación con el embajador y con el gobierno de Estados Unidos.
Nos estamos entendiendo. Y ellos saben bien cuál es nuestra postura y se les ha informado que un grupo de personas utilizaron la bandera de las energías limpias para hacer negocios sucios, y se los permitieron los gobiernos anteriores.
“Entonces, sabe muy bien el gobierno de Estados Unidos que no se permite la corrupción, los abusos y que no actuamos de manera arbitraria, que lo que estamos haciendo es buscar reparar un daño que se le causó a la nación. Hay complicidad de empresas con autoridades, porque esto no se pudo haber hecho sin el contubernio de empresas y autoridades.
Que una corporación, ya sea comercial o industrial, reciba energía más barata porque supuestamente la produce, cuando no es cierto que sea autoabasto, pues es un fraude. Eso, en Estados Unidos, en Europa, en China, en Rusia, en cualquier lugar, es un fraude, y nosotros no protegemos la corrupción.”
Recorrido histórico
Más tarde, pasado el mediodía, llegó Kerry a Palacio Nacional; la suburban que lo trasladó junto al embajador Salazar ingresó por la puerta de Correo Mayor. Tres horas después, Ebrard aportó algunas pinceladas del encuentro, del que descartó desavenencias:
“Empezó tarde, porque el Presidente (López Obrador) mostró el Palacio (Nacional) a John Kerry, ellos tienen muy buena relación. Le explicó los murales, por qué se hizo el Palacio, la historia de México. Siempre es importante, porque pensamos que todas las personas que nos visitan conocen la historia de México y no tiene por qué ser así.
Le hizo una explicación que le tomó como una hora, yo creo algo muy interesante.”
Y de lo convenido describió que “hoy en México la producción de energía de (la) Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene más proporción de energías limpias que la que produce el sector privado. Pero esa no es la discusión, la discusión es qué podemos hacer entre México y Estados Unidos en estos tres años y los siguientes 10, para elevar el potencial enormemente de producción de energías limpias entre México y Estados Unidos.
La parte más sustantiva es formar un grupo de trabajo, entre México y Estados Unidos, para crear un entendimiento como el que hicimos en materia de seguridad”.
Mas tarde, el Presidente publicó un breve mensaje para dar cuenta del encuentro:
“Me reuní con John Kerry, enviado presidencial especial de Estados Unidos para el clima, y como siempre, hablamos con franqueza y respeto”.