La deuda que adquirió Ecuador con China durante el gobierno de Rafael Correa y por la que el Estado debe pagar al gigante asiático con barriles de petróleo sería una trama internacional de intermediación comercial y financiera con el petróleo ecuatoriano, según lo informó el legislador ecuatoriano Fernando Villavicencio, presidente de la comisión de Fiscalización el congreso del Ecuador que también investigó el caso de Álex Saab.
El congresista también ha indicado que, en los próximos días, entregará el informe sobre el caso Petrochina –como se ha llamado a esa investigación– para su aprobación en la Comisión de Fiscalización. Villavicencio ha calificado a esta como “la trama de corrupción petrolera más grande de Ecuador” y cree que podría tener implicaciones transnacionales.
Ecuador mantiene una deuda de alrededor de USD 4.600 millones con los bancos chinos. De este valor, USD 400 millones son “deuda concesional” a muy bajo interés y muy largo plazo. Hasta mayo de 2020, la deuda con China equivalía al 79% de las obligaciones de Ecuador con otros países.
Sobre la deuda que mantiene el Ecuador con el país asiático se sabe que hay líneas de créditos cuyas tasas de interés alcanzan el 3 %, pero otras superan el 7 %. Estos porcentajes de interés superan a las utilizadas por las multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según lo reportado por el asambleísta Villavicencio, el Ecuador solicitó financiamiento por USD 18.170 millones, a Petrochina, Unipec y PTT, en donde se comprometieron como garantía 1.365 millones de barriles de petróleo ecuatoriano. Sin embargo, los barriles que debían ir directamente a China terminaron endosados a los bancos europeos Société Générale, Natixis y el ING Bélgica. El propósito –explica Villavicencio– era “que los chinos accedieran a los dólares y puedan cumplir con los préstamos. Estos bancos resultaron aliados del grupo Gunvor y juntos comercializaron el petróleo ecuatoriano. Las pérdidas para Ecuador producto de la intermediación petrolera serían unos USD 5.000 millones”.
El gran problema de la deuda de Ecuador y China es que los barriles de petróleo que se dieron como forma de pago no fueron avaluados con el precio internacional del crudo sino que se congeló el precio del barril, esto habría provocado cuantiosos perjuicios al Ecuador, pues por cada barril, el país perdió alrededor de USD 3.60. Hasta el momento, el país andino ha entregado 1.174 millones de barriles como forma de pago.
De acuerdo a las estimaciones del asambleísta Villavicencio, si el barril de petróleo se hubiera dado como forma de pago al precio internacional, Ecuador ya habría pagado su deuda con China: “Si se multiplican los 1.174 millones de barriles ya entregados a China y Tailandia por un costo promedio de USD 45 el barril, se tiene como resultado que el negocio generó unos USD 53.000 millones de dólares. Con esta cifra se cubriría más del 50% de la deuda total de USD 18.170. Es decir, se entregaron USD 53.000 millones de dólares de dinero líquido (petróleo) a cambio de créditos chinos por USD 18.170 millones de dólares, con tasas de interés que superan el 7%”.
En el centro de la trama, estaría el Grupo Gunvor, según las investigaciones del legislador ecuatoriano. En esa multinacional trabajaba Raymond Kohut, que en diciembre de 2021, confesó ante la justicia estadounidense el pago de por lo menos USD 70 millones en sobornos a funcionarios de Petroecuador y en pago de comisiones a otros intermediarios. Kohut y sus actividades societarias quedaron al descubierto gracias a la investigación de los Papeles de Pandora. El Grupo Gunvor habría servido como intermediario para controlar la comercialización del petróleo ecuatoriano que debía llegar a las refinerías chinas, indica Villavicencio.