Cerca de 163 piezas arqueológicas halladas en el predio que hoy ocupa el Palacio de Bellas Artes retornaron al lugar donde fueron encontradas, como parte de la exposición Testigos mexicas bajo un palacio, que se exhiben en la sala El Rincón del Tiempo, en la planta baja del recinto de mármol.

La muestra, que cerrará el domingo 2 de marzo, incluye decenas de vasijas y cajetes, figurillas antropomorfas, sonajas, fragmentos de braseros, sellos prehispánicos y algunas fotografías históricas que dan cuenta de las excavaciones realizadas en 1993.

Entre las piezas, provenientes del INAH, destaca la escultura de Huehuetéotl, también conocido como dios viejo, elaborada en basalto y ojos en concha nácar, que pudo ser elaborada entre los años 1200 y 1521.

Esta pieza, que habitualmente se exhibe en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología (MNA), comentó Beatriz Maupomé, coordinadora del Archivo Histórico del Palacio de Bellas Artes, fue rescatada en 1993 por el INAH durante las excavaciones para realizar la construcción del estacionamiento subterráneo frente al recinto de mármol.

Otra joya prehispánica que se incluye en la muestra es el conocido Cuauhxicalli de Quetzalcóatl o recipiente del águila, que tiene un diámetro de 95 centímetros, una altura de 48.5 centímetros y un peso de 700 kg.

La pieza, que también forma parte del MNA, ha sido descrita por los especialistas como una vasija ritual, elaborada con piedra andesita y roca volcánica, que presenta en su centro una oquedad, en la que se habrían depositado ofrendas, como corazones humanos y oblaciones de sangre.

La vasija, que muestra en su borde una decoración con plumas de águila y corazones dedicados al Sol, fue descubierta el 5 de enero de 1905, durante la excavación para realizar la cimentación del nuevo Teatro Nacional.

La idea de hacer esta exposición fue simple y sencillamente mostrar un poco de la historia y sobre lo que se ha escrito acerca de lo ocurrido en el predio del Palacio de Bellas Artes, pero antes de la llegada de los españoles”, aseguró Maupomé.

También recordó que, de acuerdo con los cronistas del siglo XVI, lo que hoy se identifica como Palacio de Bellas Artes se encuentra ubicado en lo que fuera una zona de actividad comercial en la época prehispánica, conocida como Moyotlán.

Ésta era una de las cuatro parcialidades de México Tenochtitlan, que a partir de la llegada de los europeos quedó bajo la traza española, donde se ubicó el tianguis de Juan Velázquez Tlacotzin –primer personaje que aparece en las actas de cabildo, desde 1524 hasta 1542–, es decir, uno de los tenochcas cercanos a Moctezuma.

¿Todas las piezas fueron halladas durante la misma excavación?, se le cuestionó a Maupomé. “No, en 1905 se halló el Cuauhxicalli y algunas otras piezas pequeñas.

Sin embargo, fue en 1993 cuando se encontró el resto de piezas (figurillas, vasijas y cajetes, figurillas antropomorfas, sonajas y fragmentos de braseros), que se encuentran bajo resguardo de salvamento arqueológico del INAH”, concluyó la también curadora.

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