Las Águilas de Filadelfia derrotaron a los Jefes de Kansas City en el Super Bowl LIX, obteniendo el segundo título en la historia de la franquicia. El marcador final fue de 40 a 22, aunque el cuadro de Filadelfia ganaba por 40 a 6 restando tres minutos del último período.




El equipo de las Águilas dominó cada ampliamente el encuentro, tanto en el aspecto defensivo como el ofensivo e incluso los equipos especiales. Su defensa reveló las deficiencias de la línea ofensiva de los Jefes, capturando a Patrick Mahomes en seis ocasiones y forzando tres entregas de balón del gran quarterback de Kansas City, quien no pudo agenciarse el tricampeonato.



Salvo por un par de pases largos con el partido ya definido, durante 55 minutos del Super Bowl desarrollado en el Superdome de Nueva Orleáns, la defensiva de Filadelfia no le permitió absolutamente nada al ataque rival en el inicio del partido.
Las Águilas tuvieron una noche perfecta, con un Jalen Hurts sólido y prácticamente sin errores. El mariscal de Filadelfia completó 17 de 22 pases y sumó 221 yardas por aire, además de otras 72 por tierra.

La victoria de las Águilas revitaliza a la NFL de cara a lo que viene y demuestra que no todo pasa por la calidad de un mariscal de campo. Mahomes poco pudo hacer ante un rival con muchos mejores nombres y rendimiento en cada una de las facetas del juego, quedando ahora con marca de tres victorias y dos derrotas en cinco apariciones en el Super Bowl.
Jalen Hurts, elegido flamante MVP del Super Bowl LIX tras una gran final que se recordará por la paliza a los Jefes de Kansas City de Patrick Mahomes y donde Hurts, que se había quedado en la orilla en la del 2023, fue el nuevo verdugo del sucesor de Tom Brady.