La ministra de Deportes francesa Amélie Oudéa-Castéra aseguró este lunes que, a pesar de la amenaza terrorista, no contempla la “hipótesis” de cambiar el recorrido de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos 2024, que debe celebrarse en el río Sena a su paso por París.
No tenemos un plan B. Hay un plan A, en el cual se contemplan varios planes alternativos”, dijo Oudéa-Castéra en la emisora de radio France Inter.
Un joven francés, hijo de padres iraníes y vigilado por su radicalización islamista y sus problemas mentales, asesinó el sábado por la noche con un cuchillo y un martillo a un turista alemán e hirió a otras dos personas en el distrito XV de París (suroeste), cerca de la Torre Eiffel.
Ese atentado tuvo lugar prácticamente dos meses después del asesinato de un profesor en el norte de Francia y puso de nuevo en el centro del debate la amenaza yihadista, siete meses antes de que se celebren los Juegos Olímpicos en París.
El gobierno francés teme asimismo eventuales repercusiones en su territorio de la escalada en el conflicto palestino-israelí.
“Hay una amenaza terrorista y, en concreto, islamista”, reconoció la ministra de Deportes, quien recordó, sin embargo, que “no es nueva ni específica de Francia ni de los Juegos”. “Aumentaremos” los dispositivos de seguridad “durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos”, añadió.
Tras el ataque del sábado, el exdirector general de la policía francesa, Frédéric Pechenard, dijo en France Info que “se debería pensar en un posible plan B” para la ceremonia inaugural.
La apertura de los Juegos está prevista el 26 de julio en el río Sena, entre el puente de Austerlitz (este de la ciudad) y el de Iéna (oeste). Los organizadores esperan unos 15 millones de espectadores durante ese acontecimiento deportivo mundial.