A pocos días de que se cumpla un mes, las muestras de apoyo, unidad y solidaridad siguen llegando a Turquía desde diferentes partes del mundo, y en los últimos días una lluvia de peluches ocurrida durante un encuentro de futbol en Estambul conmovió a usuarios de redes sociales.

El 6 de febrero del 2023, un terremoto de magnitud 7.8 sacudió el terreno turco. El siniestro dejó como saldo alrededor de 115 mil personas heridas y más de 50 mil decesos, entre ellos niños y niñas.

Ante el panorama devastador, decenas de países enviaron refuerzos para ayudar en las labores de rescate y remoción de escombros de más de seis mil 583 edificios colapsados. Asimismo, se contó con la participación de binomios caninos, entre ellos, los de la Cruz Roja de México y La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

¿Qué ocurrió en el partido del Besiktas contra el Antalyaspor?

El domingo, se llevó a cabo el encuentro entre el Besiktas contra el Antalyaspor en el estadio Vodafone Park, ubicado en la ciudad de Estambul. Alrededor del minuto 4, el partido fue interrumpido por una lluvia de peluches.

Con lágrimas en los ojos, los jugadores de ambos equipos pausaron el juego y observaron que los aficionados del conjunto de Estambul arrojaron peluches de todos los colores y tamaños sobre el césped de la cancha.

En cuestión de segundos, las imágenes sobre lo ocurrido le dieron la vuelta a medios de comunicación internacionales y a Internet. Y es que, además de los peluches, los asistentes también lanzaron abrigos y ropa.

La emotiva acción fue realizada a manera de homenaje para los niños y niñas víctimas del sismo que afectó a Turquía y Siria. Al cabo de unos minutos, tanto jugadores como miembros del staff ayudaron a recolectar los peluches, mismos que serán donados.

No obstante, no fue la única muestra de apoyo y solidaridad que se realizó en el partido, ya que también se ofreció un minuto de silencio para las víctimas del terremoto y una ovación para los cuerpos de rescate.

Hay que recordar que actualmente miles de niños y niñas permanecen bajo resguardo en Turquía. Lo anterior se debe a que muchas familias perdieron sus hogares y pertenencias al momento del siniestro.

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