Ucrania dijo el lunes que sus fuerzas seguían resistiendo en el puerto de Mariupol, donde Rusia estaba renovando su asalto en un asedio que se cree que mató a miles de civiles atrapados.
“La comunicación con las unidades de las fuerzas de defensa que mantienen heroicamente la ciudad es estable y se mantiene”, dijo en Facebook el comandante en jefe militar de Ucrania, el general Valeriy Zaluzhnyi.
“Estamos haciendo lo posible y lo imposible por la victoria y la preservación de las vidas del personal y los civiles en todas las direcciones. ¡Cree en las Fuerzas Armadas de Ucrania!”
Anteriormente, una publicación en la página de Facebook de una brigada de infantes de marina que se encontraba en la ciudad decía que se habían quedado sin municiones y ahora enfrentaban la muerte o la captura, y que el lunes probablemente sea la “batalla final”.
Petro Andryushchenko, asistente del alcalde de Mariupol, dijo en las redes sociales que la página de los marines había sido pirateada y que la publicación era falsa. Reuters no pudo verificarlo de forma independiente.
Después de haber expulsado a las fuerzas rusas de la capital, Kiev, este mes, Ucrania ahora se está preparando para un nuevo asalto masivo ruso en el territorio oriental, que ahora Rusia dice que es su principal objetivo.
Si las ruinas de Mariupol finalmente caen después de casi siete semanas de asedio, sería la primera gran ciudad capturada por Rusia desde que comenzó la guerra. Las fuerzas rusas que avanzan desde Crimea podrían unirse a las que avanzan desde el este y centrar su atención en rodear la fuerza principal de Ucrania en la zona.
“Hay decenas de miles de muertos, pero incluso a pesar de esto, los rusos no dejan su ofensiva”, dijo Zelenskiy al parlamento de Corea del Sur por videoconferencia, describiendo el asalto de Rusia a la ciudad, que tenía 400.000 habitantes antes de la guerra.
Reuters no pudo verificar la precisión de su estimación, pero Naciones Unidas también dijo que cree que miles de personas han muerto en Mariupol, que ha estado completamente aislada de alimentos, electricidad y agua desde febrero.
La inteligencia británica dijo que las fuerzas ucranianas ya habían rechazado varios ataques rusos en las regiones del este.
En Moscú, el canciller de Austria, Karl Nehammer, se convirtió en el primer líder de la Unión Europea en reunirse cara a cara con el presidente Vladimir Putin desde que comenzó la guerra.
En un comunicado posterior a la reunión, Nehammer dijo que la discusión con Putin fue “muy directa, abierta y dura”. Agregó que su mensaje más importante para Putin fue que la guerra en Ucrania debe terminar porque “en una guerra solo hay perdedores en ambos lados”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que el Kremlin no detendría su operación para ninguna nueva ronda de conversaciones de paz.
“Se tomó la decisión de que durante las próximas rondas de conversaciones, no habría pausa (en la acción militar) mientras no se llegue a un acuerdo final”, dijo Lavrov.
Rusia ahora dice que el objetivo de lo que llama una “operación militar especial” es apoyar las declaraciones de independencia de los separatistas que ha respaldado desde 2014, que han reclamado la totalidad de las provincias de Luhansk y Donetsk. Eso incluye Mariupol y otras ciudades que durante mucho tiempo aún están en manos de Ucrania.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña dijo que los bombardeos rusos continuaron en las regiones de Donetsk y Lugansk. Pero las fuerzas ucranianas rechazaron varios ataques y destruyeron tanques, vehículos y equipos de artillería rusos, dijo en su boletín de inteligencia regular.
“NOSOTROS RESPONDEREMOS”
Dirigiéndose al parlamento de Corea del Sur, Zelenskiy dijo que Rusia estaba concentrando decenas de miles de soldados para la próxima ofensiva.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus misiles lanzados desde el mar el domingo destruyeron los sistemas de misiles antiaéreos S-300 que habían sido suministrados a Ucrania por un país europeo. Los sistemas estaban ocultos en un hangar en las afueras de Dnipro, en el centro de Ucrania, dijo. Reuters no pudo confirmar esto.
Cuando las fuerzas rusas se retiraron de las afueras de Kiev, dejaron evidencia de civiles ucranianos asesinados bajo su ocupación, en lo que los países occidentales han condenado como crímenes de guerra. Moscú ha rechazado las acusaciones y niega haber tenido como objetivo a civiles.
La semana pasada, Rusia también mató a 57 personas, según funcionarios ucranianos, en un ataque con misiles contra una estación de tren en la región de Donetsk, donde miles de civiles intentaban huir del esperado nuevo avance ruso. Moscú negó la culpa por la huelga. El misil ruso que golpeó la estación tenía las palabras “para los niños” escritas en un costado.
El gobernador de Luhansk, Serhiy Gaidai, dijo el lunes a la televisión ucraniana que los bombardeos en la región aumentaban día a día.
“La situación más difícil es en Rubizhne y Popasna. Están siendo bombardeados constantemente, las 24 horas del día”, dijo Gaidai, refiriéndose a las ciudades de la región.
Instó a todos los civiles a evacuar.
“Aquellos que querían irse ya se fueron, mientras que ahora muchos se quedan en refugios antiaéreos que tal vez tienen miedo de salir de los refugios o miedo de perder sus posesiones”.
La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo ante una reunión de ministros europeos en Luxemburgo que Berlín vio “indicios masivos” de crímenes de guerra en Ucrania.
El banco francés Societe Generale (SOGN.PA) se convirtió en la última compañía en retirarse de Rusia, al acordar vender su participación en Rosbank y las subsidiarias de seguros del prestamista ruso a Interros Capital, una firma vinculada al multimillonario Vladimir Potanin.
Varios ministros de la UE dijeron el lunes que el ejecutivo del bloque estaba redactando propuestas para un embargo petrolero a Rusia, aunque todavía no había acuerdo para prohibir el crudo ruso.
El Banco Mundial pronosticó que la guerra haría que la producción económica de Ucrania colapsara en un 45% este año, con la mitad de sus negocios cerrados, las exportaciones de granos en su mayoría cortadas por el bloqueo naval de Rusia y la destrucción que imposibilitaría la actividad económica en muchas áreas.
El banco pronosticó que la economía de Rusia se contraería un 11,2% este año debido a las sanciones occidentales.