Una jueza rusa condenó este martes a Alexei Navalni a nueve años de cárcel por “fraude” y “desacato”, ampliando la pena de prisión que ya está cumpliendo el principal opositor al presidente Vladimir Putin.
La jueza Margarita Kotova dijo que añadirá a esta condena un año y medio de libertad condicional, así como una multa de 1.2 millones de rublos (unos 11 mil 500 dólares), para el opositor al Kremlin, que ya lleva más de un año en prisión
El carismático activista anticorrupción y exabogado, de 45 años, estaba siendo juzgado desde febrero en un tribunal improvisado dentro de la colonia penitenciaria donde cumple su pena, a 100 km al este de Moscú.
El martes apareció en la audiencia vestido con uniforme de presidiario, con el rostro demacrado, y escuchó el veredicto con las manos en los bolsillos, entre risas y discusiones con sus abogados, relató un periodista en el lugar.
Como se esperaba, la jueza Margarita Kotova lo declaró culpable desde el principio de la lectura de la sentencia.
Navalni cometió un fraude, el robo de la propiedad de otras personas por parte de un grupo organizado”, dijo Kotova, quien agregó luego que también “mostró su falta de respeto en el tribunal, insultando a un juez”.
Tras el veredicto, Navalni podría ser trasladado, a petición de la fiscalía, a una prisión del llamado “régimen estricto”, más alejada de Moscú y donde las condiciones son mucho más duras.
El opositor solo estaba acompañado de sus dos abogados, en plena ola de intimidación de las voces críticas con el Kremlin en el contexto de la ofensiva rusa en Ucrania.
Represión
Navalni considera que estos cargos son ficticios y que fueron ordenados por el Kremlin para mantenerlo en prisión el mayor tiempo posible.
El activista, conocido por sus investigaciones sobre la corrupción y el estilo de vida de las élites rusas, lleva más de dos años siendo objeto de la represión de las autoridades.
En agosto de 2020, cayó gravemente enfermo en Siberia, víctima de un envenenamiento con un agente nervioso, ordenado según él por el propio presidente ruso.
El Kremlin lo niega, pero las autoridades rusas nunca han investigado este supuesto intento de asesinato.
A su regreso a Rusia, en enero de 2021, tras cinco meses de convalecencia, fue detenido y condenado a dos años y medio de prisión por un caso de “fraude” de 2014 relacionado con la empresa francesa Yves Rocher.
En junio de 2021, sus organizaciones, que llevaban años haciendo campaña en toda Rusia, fueron calificadas de “extremistas” y prohibidas, lo que llevó a muchos activistas a exiliarse para evitar ser procesados.
Otros han sido detenidos y se enfrentan a duras penas de prisión.