Un tribunal boliviano decidió el jueves aplazar el inicio del juicio a la expresidenta interina Jeanine Áñez por resoluciones contrarias a la constitución y a las leyes tras asumir el poder después de la renuncia de Evo Morales a la presidencia en 2019.
Por la mañana se instaló una audiencia virtual en la que el presidente del Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción, Germán Ramos, dijo que se había resuelto “dejar sin efecto el auto de apertura de juicio″, lo que implica la solicitud de una nueva fecha para el comienzo del proceso, la cual no se dio a conocer.
Áñez, de 54 años, se declaró la víspera en huelga de hambre en su celda en una cárcel en el centro de La Paz alegando que no debe ser sometida a un juicio ordinario sino a un proceso de responsabilidades que sea aprobado por dos tercios de la Asamblea Legislativa.
Áñez y ocho exjefes militares y policiales están también acusados de incumplimiento de deberes ya que en 2019 fungía como senadora y se proclamó presidenta interina después de la renuncia de Morales (2006-2019) tras una crisis por unos comicios denunciados como fraudulentos que dejó 37 fallecidos. Once meses después llamó a elecciones y ganó el actual presidente Luis Arce, del partido de Morales.
A las puertas del tribunal se dieron cita dos grupos, uno a favor y otro en contra de la exgobernante. Mientras unos decían que es una presa política y que asumió el mando constitucionalmente, otros afines al gobierno exigían que fuera juzgada.
El gobierno considera que Áñez se “autoproclamó” presidenta en noviembre de 2019, pero la defensa de la exmandataria asegura que Morales renunció y que posteriormente lo hicieron los presidentes de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados, generando un vacío de poder que permitió que el cargo recaiga en ella.
La expresidenta tiene cuatro procesos abiertos por supuesta sedición y terrorismo.