Sergio Mattarella asumió el jueves su segundo mandato como presidente de Italia, al jurar su cargo ante una sesión conjunta de las dos cámaras del Parlamento.
La reelección de Mattarella, que en un principio se había mostrado reacio a asumir un segundo mandato de siete años, supuso un respiro temporal para las tensiones en el seno de la amplia coalición gobernante de Italia, tras una semana de esfuerzos infructuosos por encontrar un sucesor.
Mattarella, de 80 años, dijo el fin de semana que la actual crisis del coronavirus y las difíciles condiciones económicas y sociales de Italia le obligaban a aceptar la decisión del Parlamento de volver a nombrarlo.
Mattarella se ha ganado el respeto de los italianos por su actitud tranquila y discreta y por la calma con que ha manejado las repetidas crisis políticas y la emergencia sanitaria.
En el sistema político italiano, el presidente es una figura poderosa que nombra a los primeros ministros y a menudo se le pide que resuelva las crisis políticas. Los gobiernos de la tercera economía de la zona euro sobreviven una media de un año.
Se espera que las tensiones políticas aumenten en la amplia coalición del Primer Ministro Mario Draghi, ya que los partidos se disputan el apoyo antes de las elecciones nacionales previstas para principios del año que viene.