Los generadores independientes y las sociedades de autoabasto surgidas tras la reforma energética de 2013 son “figuras ilegales y tramposas”, afirmó Manuel Bartlett, director de la CFE.
Al participar en el Parlamento Abierto sobre la reforma eléctrica impulsada por el gobierno actual, dijo que ambos mecanismos representan 42% del sistema eléctrico nacional. Si no se aprueba la iniciativa presidencial, alertó, hacia 2024 la CFE tendrá 29% del mercado.
“Lo que yo estoy presentando es la verdad y la verdad es que la reforma de Peña Nieto es indefendible” dijo al acusar de simuladores a 110 sociedades
“Un generador extranjero finge tener socios, que son de paja; en realidad son sus clientes. Pero apoyados en las prerrogativas originales, se convierten en monopolios privados. Existen 110 sociedades fraudulentas que venden energía a más de 70 mil supuestos socios. Lo que está prohibido por la ley, específicamente”, criticó.
Estos 70 mil consumidores, dijo, son empresas que no pagan electricidad, en comparación a los millones de mexicanos que sí pagan su consumo.
Ante diputados, adelantó que no habrá indemnizaciones para los contratos de autoabasto porque son ilegales, aunque fue enfático en rechazar que la reforma implique una futura expropiación.
“Las empresas mayoritarias, las más grandes del país, no pagan, organizadas en estas sociedades autogeneradoras que son falsas, ilegales, no pagan; en cambio, la población en general tiene que pagar su servicio, su recibo”, acusó.
Cuestionado sobre el posible incumplimiento al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), respondió que no existen riesgos jurídicos e, incluso, preguntó si no era mayor el costo por permitir que empresas extranjeras se enriquecieran de la energía nacional.
A favor de la actual propuesta de reforma eléctrica, Adrián Olvera, director general de Generación V en CFE, señaló que las cuatro grandes empresas internacionales beneficiadas son Iberdrola, Mitsui, Saavi Energía y Naturgy, las cuales han generado grandes utilidades en detrimento de la CFE.
“CFE no es enemiga de las energías limpias”
El director de CFE afirmó que la empresa del Estado “no es enemiga de las energías limpias” y criticó que el esquema actual es un gran negocio para los privados, por lo que se necesita una verdadera política de Estado.
“La CFE no es enemiga de las energías limpias, la transición hacia fuentes que presume el sistema impuesto es absolutamente insuficiente, no es un sistema de transición, es un gran negocio, la transición verdadera requiere una política de Estado, movilizar recursos, generar tecnología y esta política está garantizada en la reforma del presidente López Obrador”, sostuvo.
El titular de CFE dijo que estos representan 16% de la participación de inversionistas privados en el sector. Sin embargo, aseguró que sus propietarios seguirán haciendo buenos negocios en México, porque son los mismos dueños de 46% de participación empresarial que la reforma prevé.
“Los autoabastos son inmorales”, insistió.
Y ante la petición del representante de Concamin de buscar una salida que no implique cambios constitucionales, Bartlett Díaz conminó a los empresarios a defender a la CFE y no dejarle los recursos “a esos fondos de las galaxias”.
La diputada del PRI, Blanca Alcalá, preguntó qué riesgos tendría el país de enfrentar un apagón, en el primer día del nuevo régimen eléctrico, si se concreta la reforma, toda vez que ésta prescinde del 16% de la oferta privada ahora vigente.
El funcionario manifestó su confianza en que esto no sucederá, dada la estabilidad del Estado mexicano.
Niegan que se proponga un monopolio
La asesora de la Dirección General de Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica, Gabriela Reyes, aseguró que la iniciativa de reforma eléctrica del presidente López Obrador es una estrategia de Estado, no un monopolio, y que no se trata sólo de nacionalismo.
En favor de la reforma, la economista señaló que el consumo energético es básico y que se debe optar por el conglomerado o en el poder del mercado privado.
Reyes Andrés defendió que la iniciativa propone “seccionar el mercado. No se está proponiendo que se encargue de proveer toda la electricidad en su totalidad”, y se hace con porcentajes para ajustar la participación de los privados en condiciones equitativas.
Enfatizó el beneficio de los términos de soberanía, porque la energía es la base de la economía de un país.