México cerró el año 2021 con un incremento del 52% en las denuncias de fraudes bancarios por internet con respecto a 2020 al situarse en 24,215 reclamaciones, según informó este jueves a Efe la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
En total, el organismo recibió más de 76,000 denuncias de usuarios de la banca por posibles fraudes, sin importar si se trataron de estafas electrónicas u otro tipo de estafa.
Lo anterior, en medio de un alza generalizada durante la pandemia en el número de reclamaciones totales ante la Condusef, que llegaron a las 252,170, un 31% superior a las notificadas durante el año anterior.
En el caso de la banca, el grueso de las quejas se concentra en la banca múltiple (95.6%), es decir, aquella que ofrece distintos productos como cuentas de cheque, débito, ahorro y crédito.
Otra forma de comprobar cómo la pandemia ha aumentado las estafas en línea es considerando el porcentaje con respecto al total de denuncias.
En 2019, las reclamaciones por ciberfraudes concentraban el 13% de las quejas, pero este número subió 20 puntos porcentuales en dos años para llegar a representar el 33% en 2021.
Mayor actividad en internet
La emergencia sanitaria incrementó la actividad de los usuarios de la banca en línea.
“No podemos olvidar que 2020 y 2021 fueron años atípicos por la pandemia y el cierre de oficinas. Sin embargo, notamos que este es un problema constante”, señaló a Efe Jesús Chávez Ugalde, director de Análisis y Estadísticas de Servicios y Productos Financieros de la Condusef.
Si en 2019 la Condusef recibía en torno a 1,000 reclamaciones mensuales por fraudes electrónicos, esta cifra se duplicó en 2021.
La gran mayoría de las estafas se detecta por transferencias no reconocidas.
Este tipo de prácticas alcanzaron las 17,843 en 2021, cuando dos años antes apenas superaron las 9,000 y las 11,000 en 2020.
“Originalmente, no sabíamos el origen de este problema; sabíamos que pasaba, pero desconocíamos de dónde venía”, apuntó Chávez.
El 35% de las transferencias electrónicas no reconocidas se originaron a partir de llamadas telefónicas en donde un criminal se hace pasar por un trabajador del banco.
De acuerdo con las propias instituciones financieras, este modus operandi es cada día más extenso.
Para tratar de paliar el problema, los bancos han intensificado sus campañas para advertir a la gente sobre estas prácticas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el dinero robado no se puede restituir aunque los clientes hagan una denuncia en el banco.
La Condusef indica que solo el 29% de las quejas formales por transferencias electrónicas no reconocidas termina con un fallo a favor del cliente.
En el caso de compras por internet fraudulentas (5,164 en 2021), las resoluciones favorables apenas alcanzan el 47%.
“La institución financiera es corresponsable en esto”, sentenció Chávez.
En la mayoría de los casos, los bancos argumentan que no pueden devolver el dinero a los defraudados porque, a pesar de que fueron engañados, dieron información sensible —como contraseñas de la banca en línea o el NIP para cajeros— a los delincuentes.