Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son el motor económico de México. A menudo se trata de emprendimientos familiares o con amigos, y suelen tener enormes obstáculos en el camino. En sexenios pasados se contaba con el Instituto Nacional del Emprendedor, pero la actual administración lo eliminó, lo que dejó a este sector sin un aparato claro de impulso.
Es por eso que desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), capítulo Ciudad de México, surgió la iniciativa para crear una Ley del Emprendimiento a fin de potenciar el ecosistema de pymes, las cuales generan 7 de cada 10 empleos en México y a menudo no tienen el apoyo ni los reflectores acordes con su importancia.
Los datos duros ilustran la importancia de las pymes: son el 99.8% de las unidades económicas del país, con más de 4.1 millones de empresas, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Estos emprendimientos aportan el 42% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan 78% del empleo.
Y tras el golpe económico que dejó la pandemia de Covid-19 resulta más relevante todavía la reflexión sobre una Ley del Emprendimiento que ayude a consolidar a las pymes del país, que aún en la actualidad enfrentan serias barreras para crecer su esperanza de vida. Tan solo abrir una empresa formal es un martirio, lamenta Ana Martínez, presidenta de Jóvenes en Coparmex CDMX.
Ana, emprendedora desde hace 10 años, es la impulsora de la Ley del Emprendimiento que, por su relevancia, ha ido ganando adeptos en otras cámaras empresariales nacionales del país.
“Antes de que termine el año se va a meter la iniciativa al Congreso, en diciembre ya tiene que estar presentada porque tiene que pasar por comisiones”, dice.
Forbes México pudo conocer un adelanto de lo que plantea la iniciativa de Ley del Emprendimiento, como la creación del Consejo Nacional para el Emprendimiento e Innovación, un organismo público que promovería el impulso a las pymes mediante alianzas público-privadas y academia.
Dicho Consejo sería el encargado de “emitir la Estrategia Nacional de Emprendimiento, Innovación y Competitividad, alineada al Plan Nacional de Desarrollo, acorde a los principios y lineamientos establecidos en la presente Ley, y establecer los mecanismos de seguimiento, control y monitoreo correspondientes”, se lee en la propuesta.
Ana Martínez asegura que se trata de un esfuerzo que nace del sector empresarial que conoce bien las barreras que sufren los emprendedores en México.
“Es un proyecto desde el sector empresarial porque nos hemos dado cuenta de que es una necesidad tanto para el que va empezando como el que ya tiene tiempo con su empresa. Siempre va a haber oportunidades de crecer y siempre se es emprendedor”.
Según la justificación de la iniciativa, “se requiere una ley para facilitar y armonizar la participación de actores públicos y privados del ecosistema emprendedor, que facilite y estimule el desarrollo de emprendimientos, así como maximizar su duración, sus resultados económicos y sociales y, principalmente, potenciar su acceso al mercado nacional y extranjero siempre en beneficio del desarrollo del México”.
Según Tiendanube, que cita datos del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial (CETRO-CRECE), el 75% de las pymes en México fracasan y cierran sus operaciones antes de cumplir los dos años de haber iniciado operaciones.
“Y el problema no termina ahí. El 80% fracasa antes de los cinco años y el 90% no llegará a cumplir los 10 años. Esto nos habla de un problema sistémico que es necesario resolver si se desea emprender en nuestro país”.
La Asociación de Emprendedores de México refiere que 45% de los emprendedores en México han tenido alguna empresa que fracasó, y entre las principales causas están la falta de liquidez o capital de trabajo; falta de conocimiento del mercado; mala administración del negocio; problemas con los socios; problemas para conseguir financiamiento, entre otros.
Dada la situación para las pymes de México, la iniciativa de Ley del Emprendimiento busca “la reducción de las barreras de entrada con medidas tales como la simplificación de procesos legales y la reducción de costos asociados con la creación de empresas formales. Esto puede darse, por ejemplo, por medio de la creación de una tipología empresarial simplificada aplicable a las empresas de menor tamaño”, destaca Martínez.
La presidenta de Jóvenes Coparmex CDMX e impulsora de la iniciativa asegura que la propuesta ha sido bien recibida por el Congreso en diversos foros que se han celebrado, por ello se presentará la propuesta formal antes de que concluya el año para que se pueda discutir en el primer periodo de sesiones de 2023.
“Lo que la iniciativa viene a hacer es darle facilidad a los emprendedores de crear emprendimientos formales, evitar el cierre de empresas a temprana etapa y fortalecer las empresas con un camino ya recorrido, así como lograr una reactivación económica tras las consecuencias negativas que trajo consigo la pandemia de Covid-19”, cierra Ana Martínez.