La inversión estadounidense en empresas de chips extranjeras es una posible preocupación para el gobierno de Joe Biden, dijo este mediodía un funcionario de la Casa Blanca, que subrayó que aún no se ha tomado una decisión final sobre un posible mecanismo que regule las inversiones locales en China.
Durante un acto en el Atlantic Council, el funcionario del Consejo de Seguridad Nacional Peter Harrell se refirió a los esfuerzos del gobierno para impulsar la fabricación de chips en Estados Unidos con 52,000 millones de dólares en subvenciones a través de una reciente ley y sus políticas de control de las exportaciones, que han tratado de frenar los envíos de chips especializados y herramientas de fabricación de chips a China.
Sin embargo, argumentó que “es importante considerar si y cómo ciertas categorías de inversión estadounidense en empresas de semiconductores de competidores extranjeros podrían socavar la eficacia de estas otras herramientas políticas”, afirmó Harrell.
Fuentes conocedoras del asunto indicaron que la Casa Blanca ha estado trabajando en un decreto que permita al Gobierno revisar y bloquear ciertas inversiones estadounidenses en sectores de alta tecnología en el extranjero, sobre todo en China, que podrían perjudicar la seguridad nacional.
El decreto, que podría publicarse antes de fin de año, cobró nueva importancia después de que una medida similar fue eliminada de la legislación que subvenciona la industria de los semiconductores a principios de este año.
Harrell, que tiene previsto dejar su cargo el mes que viene, subrayó que cualquier medida dirigida a las inversiones estadounidenses en el extranjero debe esta adaptada para abordar las lagunas de las actuales autoridades estadounidenses y los riesgos específicos para la seguridad nacional.
También indicó que el gobierno de Biden está en contacto con aliados que ya han implementado regímenes similares.