Corridas de toros en las que están prohibidas las lesiones y muerte del animal, dentro y fuera del ruedo, además de garantizar su protección e integridad física.

Así será la llamada fiesta brava, sin “objetos punzantes que provoquen heridas, lesiones o la muerte del toro, como la puya, banderillas, estoque, descabellos y puntillas. Sólo se puede utilizar el capote y la muleta”, de acuerdo con una iniciativa que surgió ayer, tras un vuelco legislativo de 180 grados.

Estaba previsto que hoy el Congreso local votara un dictamen basado en una iniciativa ciudadana preferente que llegó con 27 mil firmas de apoyo, pero la jefa de Gobierno, Clara Brugada, salió la mañana de ayer a fijar su postura en torno al tema. Estaba precedida de una declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum: “Que el animal no sea maltratado”, dijo el miércoles.

Entonces la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local modificó la ruta y acordó crear un nuevo dictamen.

Se tomó el acuerdo de manera unánime (en la Jucopo) de que vamos a formar una mesa de trabajo dirigida por la diputada Daniela (Álvarez, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas), en donde se va a trabajar un dictamen que estará a votación el día de mañana (hoy)”, dijo ayer Jesús Sesma, presidente de la Jucopo, en conferencia en Donceles.

Organizaciones de matadores, empresarios taurinos y ganaderos señalaron que la propuesta no tiene consenso.

En un acto organizado en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento al que fueron invitados la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de la ciudad, Martha Ávila y el presidente de la Jucopo, Jesús Sesma, así como de diputadas de Morena, Partido Verde y PT, Brugada anunció su iniciativa en la materia.

En ella dice impulsar la permanencia de la tauromaquia en la capital con corridas de toros “sin dolor y libre de maltrato animal”.

Detalló que la iniciativa alcanzó en consenso con los grupos parlamentarios, empresarios taurinos y la sociedad civil.

La jefa de Gobierno enfatizó que la Ciudad de México no puede mantener la crueldad como espectáculo “y mucho menos la prolongación del dolor y muerte de un animal para entretenimiento”.

Por ello, detalló que los ejes fundamentales destacan la prohibición del uso de objetos punzantes, como banderillas, espadas o lanzas; “sólo se podrán utilizar el capote y la muleta”.

Además, enfatizó que la corrida durará máximo 10 minutos por toro, de lo contrario el animal podría infartarse.

Brugada afirmó que la  Ciudad de México se mantiene como la entidad más comprometida con la protección animal, por lo que era necesario actualizar sus leyes para estar en sintonía con los derechos y valores de la sociedad actual.

El espectáculo de sangre no puede justificarse como arte ni tradición. La cultura evoluciona y tenemos la responsabilidad de transformarla en favor del bienestar animal”, afirmó.

Asimismo, reconoció el esfuerzo de ambientalistas y organizaciones defensoras de los derechos de los animales y la disposición de los promotores de la tauromaquia para transitar hacia un modelo sin violencia.

No buscamos desaparecer la tauromaquia, sino transformarla en un referente mundial de respeto a la vida animal”, aseguró.

La jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció una iniciativa para cambiar las reglas que permitan las corridas de toros.

RECHAZAN INICIATIVA

En tanto, matadores, empresarios taurinos y ganaderos de toros de lidia se dijeron sorprendidos con la iniciativa, en una conferencia de prensa a la que citaron por la tarde, de último momento.

Manuel Sescosse, ganadero y presidente de Tauromaquia Mexicana A.C., dijo que no hay consenso para una propuesta así y que en ningún país del mundo existen antecedentes de un modelo similar que sea exitoso.

Citó como referencia el caso de las Islas Baleares, en España, donde una regulación similar “fue aprobada por las autoridades y, como era de esperarse, revocada por el Tribunal Constitucional” de ese país.

También mencionó los modelos de Portugal y Ecuador, donde las restricciones han cambiado la naturaleza de la tauromaquia y han llevado a su declive en ciertas regiones.

Mario Zulaica, director de la Plaza México, fue más allá, al sostener que el nuevo dictamen que se votará en el Congreso local “es una prohibición disfrazada”.

En entrevista, detalló: “Se están mutilando las fuentes de trabajo de los banderilleros de a caballo, de los mozos de espadas, o sea, ya no existiría ninguno de ellos (…), y los ganaderos, ¿para qué criarían toros?, no servirían de nada (…); por eso a mi parecer es una prohibición disfrazada”.

Eso no se considera tauromaquia, eso no es un evento taurino, eso es un show, es un performance (…) se pierde toda la naturaleza de lo que se define como tauromaquia, que es eje de artistas plásticos, la música, la pintura, la escritura, la poesía; lo otro es un performance”.

Concluyó que ningún torero estará interesado en participar en ese nuevo esquema.

El representante de  la Asociación Mexicana de Empresarios Taurinos, Mariano del Olmo, también se refirió al impacto económico.

Según sus estimaciones, la industria genera 40 mil empleos directos y 80 mil  indirectos, beneficiando a sectores como el restaurantero, de servicios y pequeños negocios, dijo en la conferencia de prensa.

En el texto de la propuesta que trabajaba ayer la Mesa Directiva, el artículo 48 Bis de la Ley de Protección y Bienestar de los Animales de la Ciudad de México señalaba: “En los espectáculos taurinos se prohíben las lesiones dentro y fuera del evento, así como la muerte del toro dentro y fuera de la plaza. Además, se debe garantizar la protección de su integridad física. Se debe proteger los cuernos del toro para prevenir lesiones a otros animales o personas. Al finalizar el espectáculo taurino, el toro deberá ser devuelto a la ganadería”.

La multa por incumplir ese y otros artículos va de las dos mil a las tres mil Unidades de Medida, es decir, de los 226 mil 280 a los 339 mil 420 pesos.

Al preguntarle a la presidenta de la Comisión Dictaminadora si aprobar la iniciativa matará la tauromaquia respondió que sí. Luego expuso: “Queremos que quede muy claro que no se le va a picar al animal. Además, necesitamos ver el tiempo para ver si los diez minutos que se están proponiendo el animal pudiera tener un paro cardiaco”.

La Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas sesionará hoy a las 12:00 horas para debatir y votar el nuevo dictamen, el cual está previsto que suba al pleno del Congreso local el 18 de marzo.

LOS INTENTOS POR FRENAR LA FIESTA BRAVA

En 1867, el presidente Benito Juárez prohibió las corridas de toros, ley que después fue abolida. En 1916 lo hizo Venustiano Carranza mediante un decreto que duró hasta 1920.

En la ciudad ha habido intentos en ese sentido por lo menos desde la sexta legislatura de la entonces Asamblea Legislativa a través de una iniciativa del diputado José Luis Muñoz Soria (PRD).

En 2013 el diputado Jorge Gaviño (PRD) presentó una iniciativa y volvió a intentarlo en 2020, pero ninguna llegó al pleno del Congreso local.

En 2016, durante la VII legislatura de la ALDF, Víctor Hugo Romo, entonces en el PRD, junto con Raúl Flores, presentó otra iniciativa que tampoco llegó a votarse.

El PVEM lo ha intentado ya muchas veces: Jesús Sesma, coordinador de esa bancada, presentó una iniciativa en la Sexta Legislatura de la ALDF. En la Segunda Legislatura del Congreso de la ciudad la presentó dos veces.

En diciembre de 2022, cuando se votaría en el pleno, no se incluyó en el orden del día y acusó a Morena de tácticas dilatorias.

En la actual Tercera Legislatura, el diputado Manuel Talayero (PVEM) presentó una nueva iniciativa.

Esta semana, Sesma ha insistido en que esta es la primera vez que un dictamen de esa naturaleza se votará en el pleno.

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