El primer ministro de Serbia, Milos Vucevic, anunció su dimisión el martes 28 de enero en un intento por calmar las tensiones políticas, tras semanas de multitudinarias protestas anticorrupción por el colapso mortal de una cornisa de concreto ocurrido en una ciudad del país en noviembre.

El derrumbe, que mató a 15 personas en la ciudad norteña de Novi Sad, se ha convertido en un asunto candente que refleja un descontento más amplio con el Gobierno cada vez más autocrático del presidente populista del país, Aleksandar Vucic, estrecho aliado de Vladimir Putin y de Miguel Díaz-Canel. 

El mandatario ha sido acusado de limitar las libertades democráticas, a pesar de buscar formalmente la membresía de la Unión Europea para la nación balcánica.

“Hago un llamado a todos para que se calmen las pasiones y vuelvan al diálogo”, dijo Vucevic en una conferencia de prensa para anunciar su decisión, según el reporte de la agencia AP.

El alcalde de Novi Sad, Milan Djuric, también renunció durante la misma jornada.

Es probable que la renuncia de Vucevic provoque la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas. La dimisión debe ser confirmada por el Parlamento, que tiene 30 días para elegir un nuevo Gobierno o convocar los comicios.

La prensa progubernamental reportó que el presidente Vucic asistirá a una reunión del Gobierno esta misma noche para decidir si se designa a un nuevo primer ministro o se convoca una votación.

Los partidos de la oposición han dicho que insistirán en el nombramiento de un Gobierno de transición que crearía condiciones para una elección libre y justa. Los populistas de Vucic han enfrentado acusaciones de irregularidades durante elecciones pasadas.

Vucevic se convirtió en primer ministro en abril de 2024, después de que el Partido Progresista Serbio ganó la mayoría de los votos en una elección marcada por las tensiones.

“(El partido gobernante) está en caída libre desde la tragedia de Novi Sad”, señaló el periodista Slobodan Georgiev en la televisión N1, agregando que Vucic buscaba una distracción con la renuncia del primer ministro.

Las protestas son el mayor desafío hasta ahora para los populistas gobernantes. Vucic había logrado amortiguar el impacto de las protestas callejeras antigubernamentales, pero el movimiento estudiantil ha obtenido un amplio apoyo de todos los sectores de la sociedad, incluidos actores, agricultores, abogados y jueces.

El llamado de los estudiantes por justicia ha resonado en un país donde la corrupción es generalizada y pocos sienten que las instituciones estatales trabajan en interés de los ciudadanos.

Branimir Jovancicevic, profesor de la Facultad de Química en Belgrado, expresó la esperanza de que la renuncia de Vucevic sea un primer paso hacia cambios políticos más amplios en Serbia, donde el poder está concentrado en manos del presidente, aunque su papel constitucional es en gran parte ceremonial.

“Si el presidente piensa que reemplazando a una figura esencialmente sin importancia resolverá el problema está profundamente equivocado”, opinó Jovancicevic. “Esto debe llevar a cambios políticos totales, porque la autocracia y la dictadura en Serbia, en el corazón de Europa, deben detenerse”, señaló.

El lunes último, decenas de miles de personas se unieron a los estudiantes universitarios en huelga en un bloqueo de 24 horas de una intersección de tráfico clave en la capital serbia. Los estudiantes han estado protestando durante semanas, exigiendo responsabilidad por el colapso del dosel que los críticos han atribuido a la corrupción gubernamental desenfrenada.

Las universidades y decenas de escuelas más no han dado clases durante dos meses porque los estudiantes están acampando dentro de sus edificios facultativos.

En otro intento de aliviar las tensiones, Vucic, Vucevic y la presidenta del Parlamento, Ana Brnabic, lanzaron el lunes por la noche un llamado al diálogo con los estudiantes. Pero los inconformes han recibido un amplio apoyo de todos los sectores de la sociedad serbia con su pedido de justicia y responsabilidad.

Vucevic apuntó que la causa inmediata de su renuncia fue el ataque a una estudiante en Novi Sad a primera hora del martes por parte de presuntos miembros del Partido Progresista Serbio. El político lamentó que “siempre que parece que hay esperanza de volver al diálogo social, de hablar… es como si una mano invisible creara un nuevo incidente y las tensiones aumentaran de nuevo”.

El primer ministro saliente también dijo que las protestas callejeras han sido organizadas “indudablemente” desde el extranjero “con el objetivo de poner en peligro directamente a Serbia como Estado”. Vucevic no ofreció pruebas de sus afirmaciones, que se hicieron eco de declaraciones similares previas de Vucic.

“Nunca podré justificar ni entender muchas de estas protestas, bloqueos, cortes de carreteras y de libertad de movimiento de otros ciudadanos”, dijo.

La Fiscalía serbia ha presentado cargos contra 13 personas por el derrumbe, incluido un ministro del Gobierno y varios funcionarios estatales. Pero el exministro de Construcción, Goran Vesic, fue puesto en libertad tras su detención, lo que alimentó las dudas sobre la independencia de la investigación.

Varios incidentes han empañado las manifestaciones callejeras en las últimas semanas, incluyendo conductores que embistieron a la multitud en dos ocasiones, causando heridas a dos mujeres jóvenes.

Tanto los estudiantes como otros grupos han cortado el tránsito durante 15 minutos al día en toda Serbia a las 11:52 de la mañana, la hora exacta en que la cornisa de concreto se derrumbó el 1 de noviembre. Los bloqueos rinden homenaje a las 15 víctimas, entre las que había dos menores. 

En 2023, Miguel Díaz-Canel hizo una visita oficial a Serbia en la que se deshizo en elogios con las autoridades de ese país y se mostró muy optimista por el futuro de las relaciones bilaterales.

“Para todos nosotros un honor estar aquí y poder corresponder a la invitación que nos ha hecho el querido presidente”, dijo Díaz-Canel en referencia a Vucic. “Hemos ratificado la voluntad de continuar fortaleciendo los históricos lazos de amistad y de cooperación que unen a nuestros países. Coincidimos en el excelente estado de las relaciones político-diplomáticas, así como en la importancia de elevar los vínculos en los planos comerciales, económicos y de inversión”, añadió.

El gobernante se refirió además a “la necesidad de aumentar el intercambio en áreas de interés común como la agricultura, la biotecnología, la cultura, el deporte, la docencia, la educación, la salud y el turismo”.

“Creo que en Europa no existe país en que Cuba sea tan popular y conocida como en Serbia”, dijo por su parte Vucic, quien expresó el interés de su Gobierno en exportar productos agrícolas y alimentos a la Isla, e importar medicamentos y vacunas.

Durante las reuniones bilaterales, ambos gobiernos firmaron un acuerdo sobre el levantamiento del régimen de visados para personas con pasaportes diplomáticos y un memorándum de entendimiento para intensificar la cooperación en materia agrícola.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *