Estados Unidos reabrirá su embajada en Ucrania en breve, dijo su máximo diplomático el lunes, tras visitar Kiev junto al secretario de Defensa estadounidense, prometiendo más ayuda militar y alabando la lucha contra la invasión rusa.

Tanto el secretario de Estado, Antony Blinken, como el de Defensa, Lloyd Austin, dijeron que el hecho de haber podido viajar a la capital ucraniana era una prueba de su tenacidad para obligar a Moscú a abandonar el asalto a Kiev el mes pasado.

“Lo que han hecho ustedes al rechazar a los rusos en la batalla de Kiev es extraordinario e inspirador, francamente, para el resto del mundo”, dijo Austin al presidente Volodímir Zelenski en una reunión celebrada durante la noche, tras un viaje en tren desde Polonia. “Estamos aquí para apoyarle en todo lo posible”.

Blinken alabó el éxito de Ucrania “al hacer retroceder esta horrible agresión rusa” y afirmó en una reunión informativa de vuelta en Polonia que “en cuanto a los objetivos bélicos de Rusia, ésta ya ha fracasado y Ucrania ya ha triunfado”.

Por su parte, Austin afirmó que “queremos ver a Rusia debilitada hasta el punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania”.

Funcionarios estadounidenses dijeron que Austin y Blinken prometieron nueva ayuda por valor de 713 millones de dólares para Ucrania y otros países de la región. Los 322 millones de dólares adicionales en ayuda militar para Ucrania elevarían el total de aportes de seguridad de Estados Unidos desde la invasión a unos 3,700 millones de dólares, dijo un funcionario.

Esto ayudará a las fuerzas armadas ucranianas a realizar la transición a armas más avanzadas y sistemas de defensa aérea esencialmente compatibles con la OTAN, añadió el funcionario.

El embajador de Rusia en Washington dijo que Moscú mandó una nota diplomática exigiendo el cese de los envíos de armas de Estados Unidos a Ucrania.

Rusia ha negado de manera sistemática su intención de derrocar al gobierno de Ucrania. Los países occidentales dicen que ese era su objetivo desde el principio, pero que fracasó ante la resistencia ucraniana.

Hace unas semanas, Kiev era una ciudad en primera línea de fuego bajo toque de queda y bombardeos, con decenas de miles de tropas rusas concentradas en su periferia norte y los residentes refugiándose de la artillería en sus estaciones de metro.

Hoy, las tropas rusas más cercanas están a cientos de kilómetros, la vida normal está volviendo a la capital, los líderes occidentales la han estado visitando y los países están reabriendo sus embajadas.

Blinken dijo que los diplomáticos estadounidenses volverán primero a la ciudad occidental de Leópolis y deberían estar de vuelta en Kiev en unas semanas. La Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden nombró a Bridget Brink, actual embajadora en Eslovaquia, como nueva enviada a Kiev. El puesto ha estado vacante durante casi tres años. 

No obstante, a pesar de que Ucrania ha repelido el asalto a Kiev, la guerra está lejos de terminar. Rusia ha reagrupado sus fuerzas y ha enviado más tropas al este de Ucrania. La semana pasada lanzó un asalto masivo allí en un intento de capturar las provincias orientales, conocidas como el Dombás.

ESTACIONES DE TREN ATACADAS

Cinco estaciones de ferrocarril fueron atacadas el lunes en el oeste y el centro de Ucrania, causando un número no especificado de víctimas, dijo la televisión ucraniana citando a la empresa estatal Ferrocarriles de Ucrania. Oleksander Kamyshin, jefe de la compañía, dijo que los ataques se produjeron en el espacio de una hora.

El lunes por la mañana, todo el país estuvo bajo una alerta de ataque aéreo inusualmente largo durante dos horas.

Al otro lado de la frontera, en la región rusa de Briansk, cerca del noreste de Ucrania, las autoridades luchaban contra un enorme incendio en un depósito de combustible. Ninguna de las partes vinculó de forma pública el incendio con la guerra, pero Rusia acusó a Ucrania de un ataque con helicóptero en esa zona la semana pasada. 

Imágenes no verificadas en Internet mostraron una explosión repentina y en otras imágenes se pudo ver incendios en dos lugares distintos de forma simultánea. En el pasado, Ucrania declinó hacer comentarios o negó las acusaciones de ataques transfronterizos.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que se frustró un intento de asesinar a un periodista ruso de alto nivel por parte de agentes ucranianos respaldados por Occidente. El servicio de seguridad FSB dijo que detuvo a un grupo que planeaba matar a Vladimir Solovyev, presentador de un programa de entrevistas en la principal cadena de televisión estatal rusa y una de las voces más destacadas en apoyo de la invasión. 

Antes de la visita de las autoridades estadounidenses, Ucrania había elaborado una lista de armas que necesitaba urgentemente de Estados Unidos, como sistemas antimisiles, antiaéreos, vehículos blindados y tanques, dijo el domingo a NBC News Igor Zhovkva, asesor de Zelenski.

En una actualización diaria sobre el conflicto, el Ministerio de Defensa británico dijo que Rusia solo había hecho pequeños avances en partes del Dombás. “Sin suficientes medios de apoyo logístico y de combate, Rusia todavía tiene que lograr un avance significativo”, señaló.

LA GUERRA SIGUE

La relativa calma en Kiev contrasta con el sur y el este del país, donde la guerra no cesa.

A unos 320 kilómetros al sureste de Kiev, los ataques con misiles rusos contra una refinería de petróleo y una central eléctrica en Kremenchuk causaron un muerto y siete heridos, según el gobernador de la región de Poltava. Moscú dijo que había destruido unas instalaciones de producción de petróleo.

Rusia también disparó cohetes contra dos ciudades de la región central de Vinnytsia, causando un número indeterminado de muertos y heridos, informó el gobernador regional Serhiy Borzov.

El Estado Mayor ucraniano describió bombardeos y asaltos rusos a lo largo de la mayor parte del frente en el este, incluidos los ataques con misiles y bombas contra una enorme planta siderúrgica en Mariúpol, donde se refugian los últimos defensores ucranianos en una ciudad destruida durante dos meses de asedio y bombardeos rusos.

Moscú dijo que estaba abriendo un corredor humanitario para dejar salir a los civiles de la planta; Kiev dijo que no se había llegado a ningún acuerdo.

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