El Senado argentino aprobó este miércoles, en general y por un voto, la polémica Ley Bases impulsada por Javier Milei. en una jornada marcada por las protestas sociales en contra de la iniciativa y por la represión policial ordenada por la administración del ultraderechista en los alrededores del Congreso, con heridos y detenidos, gases lacrimógenos y balas de goma.
El proyecto que busca reformar el Estado, conforme a los objetivos del presidente trasandino ahora volverá a la Cámara de Diputados para buscar su aprobación final, aunque el texto ya sufrió una serie de modificaciones por parte de los legisladores y en contra de los deseos del «libertario».
Incluso, se hicieron cambios de última hora al inicio de la sesión. Según detalló Pagina 12, Aerolíneas Argentinas, Radio y Televisión Pública y el Correo Oficial deberán mantenerse como empresas públicas, y así, apenas ocho empresas quedaron en condiciones de pasar, total o parcialmente, a manos privadas.
El gobierno también debió declinar la reforma previsional que pretendía, entre otras cosas, eliminar la moratoria que les permite jubilarse a personas —principalmente mujeres— sin la cantidad de aportes salariales exigidos por ley. Además, tuvo que aceptar darles continuidad a las obras públicas avanzadas o con financiamiento internacional. Además Milei tampoco podrá disolver los organismos públicos vinculados con la ciencia y la cultura.
Avanzada la sesión y en vista de que los votos no le alcanzaban, el oficialismo hizo una nueva concesión y admitió acotar los sectores productivos en que se podrá aplicar el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), que prevé beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios para intentar seducir a capitales extranjeros.
El suspenso sobre el resultado de la sesión en la que se votaría la ley se extendió por más de 13 horas. El voto de los senadores arrojó un empate 36 a 36, que definió la vicepresidenta Victoria Villarruel a favor del Gobierno.
Brutal repesión a protestas contra la Ley Bases
La jornada de este miércoles en Buenos Aires estuvo marcada por masivas manifestaciones y cacerolazos en contra del plan de Milei, con el que se propone privatizar al Estado, debilitar a los organismos reguladores y entregar beneficios fiscales a los empresarios.
Ante este escenario, las organizaciones sociales, los sindicatos y la ciudadanía salieron a las calles a protestar en diferentes zonas de la capital argentina y en especial en los alrededores del Congreso. “La patria no se vende, se defiende”, fue la consigna más gritada.
Sin embargo, un contingente de agentes de seguridad fue desplegado en la zona para reprimir a los manifestantes, mediante el uso de tanques, balas de goma y gases lacrimógenos, tal y como se pudo apreciar en los videos compartido en las redes sociales con las etiquetas #MileiVerguenzaNacional y #MIleiBasuraVosSosLaDictadura.
En los registros compartidos en las redes sociales sobre la cruenta represión a los manifestantes incluso se alerta que los gases lacrimógenos empleados por las fuerzas de seguridad se encontraban vencidos desde hace dos años y que una vez descompuestos se convierten en cianuro y pueden ser letal.