El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) se redimió de la sexta plaza en Mónaco de hace dos semanas dando un golpe de autoridad en Canadá, donde mantuvo a raya a los McLaren y a los Mercedes para estirar su ventaja por el Mundial en una carrera ’loca’ por la lluvia con cinco abandonos.
Tras salir segundo en el circuito Gilles Villeneuve, Verstappen se alió con la lluvia y los incidentes de carrera y terminó con cuatro segundos de ventaja sobre el británico Lando Norris (McLaren), que terminó segundo y se acercó en el Mundial al monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que como el español Carlos Sainz (Ferrari) y el mexicano ‘Checo’ Pérez (Red Bull), tuvo que abandonar, mientras que el español Fernando Alonso (Aston Martin) terminó sexto.
No fue fácil para el tricampeón del mundo, que tuvo que lidiar con dos coches de seguridad, dos pasos por ’boxes’ remontando posiciones y el ritmo de Norris, que se quiere apuntar a la fiesta del Mundial, pero el neerlandés se reencontró con la victoria ampliando su ventaja sobre Leclerc y también con Norris, que pese a sufrir hasta la línea de meta, contuvo al británico George Russell (Mercedes) y al inglés Lewis Hamilton (Mercedes).
La lluvia hizo acto de presencia… y también los abandonos
La cautela imperó durante el primer tercio de carrera. Bajo la lluvia ninguno de los cuatro primeros quiso arriesgar y mientras Russell empezaba como líder y era el único en contar con aire limpio, por detrás el australiano Daniel Ricciardo (Visa Cash App RB) salió mal y perdió tres posiciones de un plumazo.
Alonso se vio beneficiado de ello y, desde el primer giro, comenzó una batalla que se prolongó durante 25 vueltas con el británico Lewis Hamilton (Mercedes), que aunque tenía más ritmo de carrera, era incapaz de adelantar al bicampeón del mundo, que, sin embargo, se vio sobrepasado por el inglés tras una mala parada en el garaje de Aston Martin.
Pero la batalla estaba delante. Russell aguantaba a Verstappen, pero no pudo hacer nada con el ritmo del británico Lando Norris, que parecía dispuesto a sumar su segunda victoria y a cogerle el gusto al sabor del triunfo.
Norris calentó los neumáticos, supo llevar el monoplaza por el raíl más seco de todo el circuito y se puso a tirar. De hecho, fue el que tuvo más ritmo de carrera en el primer tercio de carrera y salió de ’caza’ a por los dos primeros. El primero en caer fue Verstappen, adelantado en la vuelta 20 en la recta previa al muro de los campeones y, una vuelta más tarde, repitió jugada con Russell, líder de carrera.
Parecía que tras la tormenta llegaría la calma, pero nada más lejos de la realidad. Cuando Norris ya había logrado más de seis segundos de ventaja sobre Verstappen, que aprovechó un despiste de Russell para ponerse segundo, el estadounidense Logan Sargeant (Williams) se salió de pista y provocó un coche de seguridad que trastocó toda la carrera.
Los incidentes de carrera sonríen a Verstappen
Verstappen, Russell y Piastri pararon, pero Norris, tranquilo con su ventaja, se esperó una vuelta para pasar por ’boxes’ mientras veía qué ruedas ponían sus perseguidores. No lo sabía, pero era un error que le pudo costar apuntarse a la fiesta por el Mundial.
Norris paró y salió por detrás de Verstappen y Russell. Y el neerlandés se puso a tirar en cuanto el coche de seguridad se salió de la pista. Tiró y tiró mientras aprovechaba las pugnas entre los dos británicos para seguir sacando tiempo.
Por detrás, todo el mundo intentaba innovar, aunque casi toda recreación salía mal. Fue el caso de Leclerc, que puso gomas duras cuando todos los demás iban con intermedios por una pequeña nube que iba a dejar una fina lluvia durante unos minutos.
El monegasco volvió a los intermedios, pero ya era demasiado tarde. Había sido doblado por Verstappen y un pequeño fallo en el motor le obligó a abandonar una carrera después de haber reinado en Mónaco, consiguiendo la gran victoria de su carrera.
Pero a Sainz no es que le fueran mejor las cosas. Con la pista mojada, trompeó a falta de diecisiete vueltas y acompañó a Leclerc en el paddock, donde se amontonaron los pilotos para ver la reanudación de la carrera a falta de once vueltas para el final.
Un accidente del tailandés Alexander Albon (Williams) motivó la salida de un nuevo coche de seguridad y desde el paddock los dos pilotos de Ferrari, los de Williams y ’Checo’ Pérez, con el alerón trasero destrozado, vieron un final de carrera en el que Verstappen retornó a la victoria tras el sabor amargo de la sexta plaza en Monaco.
Entre tanto, Piastri, que había aguantado toda la carrera, fue incapaz de seguir el ritmo de los Mercedes, que tras cambiar los neumáticos, dieron un último ’stint’ que hizo peligrar hasta la segunda plaza de Norris. Al final, Norris mantuvo una segunda plaza que le permite seguir persiguiendo a Leclerc.