Con 237 votos a favor, de diputados de Morena, PVEM y PT, se aprobó regular en México la cobranza delegada, con el argumento de que resulta urgente establecer límites y candados para evitar abusos y sobreendeudamiento en el acceso al crédito en México, garantizando así la inclusión financiera de los sectores menos favorecidos.
Esta figura, que permite préstamos a los trabajadores teniendo como garantía su salario en nómina, alegaron los impulsores de la reforma, carece de mecanismos transparentes, dando paso a situaciones que actualmente afectan a los deudores.
Sin embargo, con 201 votos en contra, PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano alertaron que se trata de una regulación alevosa que favorecerá prácticas agiotistas.
Pero la diputada de Morena Susana Prieto se inconformó públicamente, revelando que, por más que la trataron de convencer, no le encontró ningún beneficio a la reforma.
“Yo respondo por mí y por varios compañeros, no somos borregos. Invito al Senado a batear esto, porque la clase trabajadora va a demandar la irresponsabilidad en la que la vamos a poner cuando estén al borde la quiebra”, se quejó en tribuna.
Enseguida hizo lo propio la morenista Lidia García Anaya, líder sindical en la Universidad de Hidalgo, quien fue enfática en señalar que la minuta sólo beneficia a las instituciones financieras.
Según la oposición, el dictamen habría generado dudas entre morenistas y particularmente en la fracción parlamentaria del PT. Al final, hubo 18 votos en abstención.
AJUSTES
De uno y otro lado del pleno de San Lázaro se externaron acusaciones sobre que esta medida buscaba congraciarse —unos con la banca y otros con las Sofoles— para financiar las futuras campañas electorales.
Procedente del Senado, el dictamen en materia de crédito de nómina con cobranza delegada experimentó modificaciones en San Lázaro, mismas que también fueron cuestionadas por la oposición. Por lo tanto, la minuta volverá a la Cámara alta.
Uno de los agregados de los diputados es que incluyó a los trabajadores del Estado. La reforma es a las leyes General de Títulos y Operaciones de Crédito; General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, y de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros.
De la bancada de Morena, el diputado Daniel Gutiérrez explicó que los ajustes mejoran la protección, la transparencia y la responsabilidad del empleador, fortaleciendo la regulación en beneficio del trabajador.
“¿Cómo no votar a favor de la presente minuta, si estamos hoy limitando a los oferentes de crédito? Hoy, sólo van a poder otorgar este crédito los que estén registrados y que se reconocen en el sistema financiero: las bancas, las sofoles reguladas y no reguladas. ¿Cómo no votar a favor la presente minuta si hoy, por primera vez, le estamos reconociendo a las y los trabajadores que sólo pueden comprometer hasta 45% de salario líquido?”, preguntó el morenista.
“CHALANES”
Carlos Puente, coordinador del PVEM, acusó a la oposición de defender “a la banca que está harta de beneficiarse y de mamarse de este país”. Y llamó a los representantes del PAN y de MC “chalanes de la oligarquía y la banca española” que, con esa postura, buscaban congraciarse con esos corporativos extranjeros a cambio de recursos ilícitos, ante “la desaparición de los moches”.
Previamente, dirigiéndose a la mayoría de Morena y sus aliados, el diputado Salvador Caro Cabrera (MC) fue el primero en utilizar el término: “Se han quitado la máscara, chalanes de la oligarquía”, lanzó.
Después, el legislador de la bancada naranja rectificó: “No son sus chalanes, son sus prostitutos. (En Morena) tienen financieras: hagan públicos los nombres, ¡traidores! ¡Están trabajando para los más ricos en contra de los más pobres, hipócritas, farsantes!”.
En la Comisión de Hacienda, tres semanas atrás, la diputada Patricia Armendáriz fue dada de baja mientras se realizaba el debate, toda vez que ella es propietaria de una financiera y participar en el dictamen era incurrir en conflicto de interés.
A la hora de fijar postura, el PT defendió la propuesta. “Lo que se propone es regular la relación jurídica del crédito de nómina y que no se encuentre al margen de la ley”, alegó Benjamín Robles.
¿PIERDEN LA BANCA O LOS TRABAJADORES?
El petista Reginaldo Sandoval propuso resumir el debate así: “Los que están a favor de los banqueros votarán en contra; los que queremos que se regulen lo bancos votaremos a favor”. Detalló que ascienden a cerca de 400 mil millones de pesos el monto de los recursos que la banca le quitan a los trabajadores por este tipo de préstamos al margen de la transparencia que esta reforma busca.
Del PAN, Mario Riestra pidió suspender la discusión del dictamen por considerar que su contenido es inconstitucional porque el salario es irrenunciable.
Tomás Gloria Requena, del PVEM, reviró que justamente la reforma busca evitar que se caiga en mecanismos similares a la tienda de raya.