Por: Enrique Serna

Este domingo se llevó a cabo la marcha por la democracia en varias ciudades del país; en la Ciudad de México, la cifra oficial indicó 90 mil asistentes aunque las asociaciones convocantes refieren 700 mil personas reunidas en la plancha del Zócalo y sus alrededores.

En el momento principal de la concentración el único orador, Lorenzo Córdova, expresidente del INE, habló sobre los riesgos que enfrenta la democracia y criticó a la 4T por querer un árbitro electoral parcial e hizo un llamado a las elecciones libres. Alertó que existe un proyecto para reinstaurar el autoritarismo, mientras acusó al gobierno de “deslealtad” ya que llegó al poder gracias al INE y ahora busca “desmantelarlo”.

Al respecto y desde Tlaxcala, donde realizaba una gira de trabajo, el titular del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que no hubo novedad aunque no había estado muy al pendiente de la manifestación, y reconoció que el derecho a la protesta es legítimo. No obstante, señaló de antidemócratas a sus opositores por haber cometido fraudes electorales, mientras él no ha intervenido en las elecciones pero tiene que garantizar que sea el pueblo quien elija a sus gobernantes.

Hoy por la mañana, desde Puebla, recriminó que quienes estaban antes en el gobierno o se beneficiaban, están inconformes y quieren regresar; ironizó al referir que él también quiere que regresen, pero lo que se robaron. Criticó también la “autoridad moral” de Córdova Vianello pues dijo que era empleado del expresidente, Enrique Peña Nieto.

Dijo que la democracia que defienden los asistentes a las marchas sólo funciona de parapeto pues en realidad dominaba una oligarquía corrupta, sostuvo que ahora se disfrazan de demócratas pero eran los más tenaces violadores de los derechos. Arremetió también el historiador, Enrique Krauze y el empresario, Claudio X González, a quienes acuso de sólo importarles el dinero.

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