La Policía indonesia afirmó este miércoles que ha detenido a un cuarto ciudadano mexicano acusado de participar en un tiroteo la semana pasada contra una villa en la turística isla de Bali, en el que resultó herida una persona.
En un comunicado, el jefe de Relaciones Públicas de la Policía de Bali, Jansen Avitus Panjaitan, afirmó que el fugitivo, identificado como S. V. R. y de 27 años, fue detenido ayer en la estación de autobuses de Nganjuk, en la provincia de Java Oriental, en la isla de Java.
El jefe policial añadió que el sospechoso ha sido enviado de vuelta a Bali y está detenido junto con otros tres ciudadanos mexicanos, de entre 21 y 36 años, que fueron arrestados el pasado sábado en la villa balinesa en la que pernoctaban.
Los hechos, inusuales en una isla tranquila y turística como Bali, ocurrieron el 23 de enero, cuando los hombres de procedencia mexicana rodearon la villa The Palm House, secuestraron a punta de pistola a un guardia de seguridad y después abrieron fuego contra sus cuatro inquilinos, procedentes de Turquía y Georgia.
Uno de los ciudadanos turcos recibió un disparo en el estómago y en el brazo y su estado de salud es incierto, mientras los otros lograron huir.
Los supuestos autores también robaron 4.000 dólares de la residencia, según el comunicado de la policía, que les acusa de intento de homicidio y robo armado, delitos castigos con penas de hasta 15 y 12 años de cárcel, respectivamente.
Según la investigación preliminar de la policía, el posible motivo del asalto es el robo, si bien se sopesan otras hipótesis, y la víctima señaló que no conoce a los asaltantes.
Bali, la isla turística de Indonesia por excelencia, ha denunciado desde el pasado año varios incidentes con ciudadanos extranjeros, de menor importancia que el actual tiroteo, que llevaron a las autoridades a enunciar una lista de prohibiciones, entre ellas la de actuar de manera agresiva contra los lugareños, y a imponer docenas de deportaciones.
Hasta ahora la mayoría de problemas con extranjeros en la isla de mayoría hinduista, una excepción en Indonesia, al tratarse del país con más musulmanes del mundo, se daban por accidentes de tráfico y el abuso de visados, así como casos de comportamiento indecoroso en lugares sagrados, mientras que los incidentes violentos son infrecuentes.