Las autoridades capturaron este martes al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien entregó el cargo a finales de enero pasado tras ocho años en el poder, luego que EE.UU. solicitara su extradición, para ser juzgado en ese país donde es acusado de tener nexos con el narcotráfico.
Su detención fue ordenada por el magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Edwin Francisco Ortez Cruz, quien fue designado por ese tribunal como el “juez natural” para llevar el caso de Hernández.
La acusación
Las autoridades judiciales estadounidenses acusan a Hernández de participar en una “conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras” desde varios países, “por rutas aéreas y marítimas”, y para transportar las drogas hacia el oeste de su país, con el objetivo de que siguieran con destino a “la frontera con Guatemala, y finalmente a los EE.UU.”.
En el documento enviado por la Embajada a la Cancillería, se indica que esta conspiración inició en 2004, cuando era diputado, hasta este año.
“La conspiración transportó más de aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los EE.UU.”, dice el texto, en el que se señala que como parte de este entramado Hernández habría recibido “millones de dólares por sobornos y ganancias” de parte de múltiples organizaciones de narcotráfico en su país, México y otros lugares.
Como parte de esa conspiración y los millonarios sobornos, según EE.UU., el exmandatario “protegió a los narcotraficantes de la investigación, detención y extradición”.