Varias amenazas de bomba fueron recibidas en los últimos días por universidades históricamente negras (HBCU, por su sigla en inglés) de diversos estados de EE.UU. El FBI anunció en un comunicado que la investigación apunta a “crímenes de odio” y a “extremismo violento racial o étnicamente motivado”.
“Esta investigación es de la más alta prioridad”, declaró el FBI luego de que al menos trece establecimientos educativos fueran blanco de amenazas. Hasta el momento, ningún explosivo fue hallado en los centros, mientras que los investigadores ya han identificado a al menos cinco “personas de interés” en la pesquisa.
Frente a esta situación, las clases continuaron de manera virtual o fueron reprogramadas en ocho estados y en Washington D.C.
De la investigación participan las Fuerzas de Tarea Conjuntas contra el Terrorismo del FBI e involucra a más de veinte oficinas del organismo en todo el país. Una pesquisa también fue abierta por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Las amenazas coinciden con el Mes de la Historia afroestadounidense, que empezó el martes 1 de febrero para recordar las injusticias que enfrentaron millones de afroamericanos a lo largo de la historia, como la esclavitud, la pobreza y los prejuicios. Además, durante el mes se celebran las contribuciones realizadas por este grupo de población a la cultura y la política de EE.UU.
Una amenaza de 20 minutos
Entre los establecimientos educativos amenazados está la Universidad Bethune-Cookman, de Florida. En una llamada telefónica que se extendió durante 20 minutos, una persona advirtió que bombas que contenían explosivos C-4 detonarían en ese centro educativo.
Jakari Young, jefe de la Policía de Daytona Beach, reveló que la persona también dijo que un tirador abriría fuego en el campus de la universidad a la hora del almuerzo.
Otras amenazas fueron recibidas en centros de Arkansas, Luisiana, Delaware, Georgia, Kentucky, Misisipi y Maryland.