Hankook presentó el i-Flex, un neumático que no necesita aire gracias a una innovadora estructura que se inspira en las células de los seres vivos, tal como Michelin lo trabaja ya, o como mismo Brdgstone y Hankook lo venían diseñando desde hace varios años.
Hoy son prácticamente una realidad.
Se trata de una nueva evolución de un concepto que la marca coreana mostró por primera vez en 2015, pero que ahora se presenta como una idea mucho más madura y un diseño completamente nuevo con esa estructura celular.
Consiste en una estructura hecha de multitud de pequeños radios entrelazados que permiten ofrecer la suficiente rigidez como para aguantar el peso del vehículo manteniendo al mismo tiempo la suficiente flexibilidad como para absorber los baches de las calles y carreteras. Todo ello en un tamaño realmente compacto de solo 10 pulgadas, con un diámetro de 400 milímetros y 105 mm de ancho.
El concepto del futuro.
Además tiene un diseño simétrico que permite que funcione de forma óptima para los vehículos autónomos del futuro.
El hecho de que estas ruedas no necesiten el mantenimiento de una tradicional, con el correspondiente inflado y revisión de presión habitual que requieren, lo hace especialmente adecuado para flotas de vehículos autónomos, añadiendo además el hecho de que son más seguros al no sufrir pinchazos ni reventones si un objeto afilado perfora la capa exterior del neumático.
Se publicó antes en Atracción 360