Miles de personas, en su mayoría jóvenes, salen a las calles de París a celebrar un nuevo triunfo de su selección nacional, que en Qatar 2022 busca repetir como campeón del mundo. En otros puntos de la nación gala se ondean banderas y se bebe buen vino de mesa para la ocasión. No muy lejos, en cualquier pub de Londres, los ciudadanos ingleses tienen motivos de sobra para pedir una ronda más: el equipo de Los tres leones tiene pinta de campeón, aunque el camino aún es complicado.
Sigue precisamente Francia, una prueba de fuego al carácter de los súbditos del rey Carlos III. Senegal y Polonia son la otra cara de la moneda. Así es el futbol en rondas definitorias. Lo que en una esquina puede ser algarabía, en la otra predominan las caras largas. Pese a la tristeza, la afición de Senegal y la de Polonia pueden mantener la cabeza en alto.