Israel acusó a Hamás de introducir nuevas condiciones en el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes anunciado en la previa, mientras el grupo islamista recriminó a los israelíes que traten de “crear tensión en un momento crítico”.

Los familiares de los rehenes que todavía permanecen en Gaza asisten con angustia los señalamientos, a menos de tres días de la fecha acordada para la salida de los primeros secuestrados.

La espera “se vive con muchas expectativas y mucha angustia” entre los familiares y los allegados de los cautivos, explicó a EFE Alejandro, pariente de Shiri Bibas, argentina-israelí que fue secuestrada en el kibutz Nir Oz junto a su marido, Yarden Silberman, y sus hijos, Ariel y Kfir, de entonces 4 años y 9 meses, respectivamente.

Todo apunta a que los Bibas formarían parte del grupo de cautivos que serían liberados en la primera fase del acuerdo, aunque se desconoce si están vivos o muertos.

“Estos son probablemente los días más estresantes que hemos experimentado en más de un año, desde el último acuerdo”, dijo en rueda de prensa Udi Goren, primo del secuestrado Tal Haimi.

Goren aseguró que Israel ya está en condiciones de lograr dos de sus metas en la guerra: recuperar a los rehenes y que Hamás ya no pueda seguir gobernando Gaza, por lo que no existen razones para mantener la ofensiva militar israelí.

Los rehenes nunca volverán a través del uso de la fuerza militar, no es una opción. Hemos aprendido que las operaciones militares para rescatar rehenes a veces tienen éxito, pero a veces se saldan con la muerte de soldados y rehenes”, dijo, al asegurar que los más de 30 rehenes muertos que todavía hay en el enclave perdieron la vida directa o indirectamente por la ofensiva.

Más de 80 muertos en Gaza

En la Franja de Gaza, donde la noticia del acuerdo provocó anoche vítores y silbidos entre la población, los ataques israelíes desde entonces han dejado ya al menos 83 muertos, según la Defensa Civil gazatí.

De estos, al menos 23 son menores y 27 mujeres. La mayoría de los fallecidos (72) perdieron la vida en la gobernación de Gaza, en el norte del enclave, que desde principios de octubre es el foco de un duro asedio por tierra de Israel.

Según el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida, el Ejército israelí incluso atacó un lugar en el que está retenida una de las rehenes que saldrían libres en la primera fase de la tregua.

“Llegados a este punto, cualquier agresión o bombardeo del enemigo podría transformar la libertad de un preso en una tragedia”, aseguró en un comunicado.

“Nuevas condiciones”

Esta mañana hora local, pocas horas después de que Qatar anunciase oficialmente un acuerdo de tregua por fases, la Oficina del Primer Ministro israelí avisó de que Hamás había “renegado” de partes del acuerdo y que estaba tratando de lograr “concesiones” en el último minuto.

“El Gobierno israelí no se reunirá (para votar la tregua) hasta que los mediadores informen a Israel de que Hamás ha aceptado todos los elementos del acuerdo”, aseguró la oficina de Benjamín Netanyahu.

En un comunicado en respuesta, Hamás afirmó que está comprometida “con el acuerdo de alto el fuego anunciado por los mediadores”. Por su parte, Basem Naim, miembro del buró político de Hamás, dijo a EFE que no sabe a qué se referían las palabras de Netanyahu sobre nuevas demandas.

Uno de los portavoces de la organización islamista, Sami Abu Zuhri, culpó a Israel de buscar “crear tensión en un momento crítico” y exigió a la Administración estadounidense que obligue al país a cumplir con lo pactado.

David Mencer, portavoz gubernamental israelí, lo dejó claro en rueda de prensa: “De momento, los detalles del acuerdo todavía no se han finalizado y el equipo negociador continúa con sus esfuerzos para lograr una solución”.

Smotrich amenaza con dejar el Gobierno

En medio de este juego de reproches, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich (cuyo partido de ultraderecha, Sionismo Religioso, es clave para la estabilidad del Gobierno de coalición), amenazó con abandonar el Ejecutivo si Israel no se compromete a continuar con la guerra una vez termine la primera fase de la tregua.

Según el borrador del acuerdo, al que tuvo acceso EFE, el alto el fuego contempla tres fases de 42 días cada una.

En la primera se liberarían a 33 rehenes (mujeres, menores de edad, mayores de 50 años y enfermos o heridos), mientras que los hombres menores de 50, incluidos los soldados, no se liberarían hasta una segunda, en la que Israel además debería ceder el control del Corredor Filadelfia (la frontera de Gaza con Egipto).

Mencer, el portavoz israelí, reiteró lo importante que es el corredor para “impedir el tráfico de armas a Hamás”.

Un funcionario israelí, bajo condición de anonimato, aseguró a EFE que Israel tiene toda la intención de mantener a sus tropas en el corredor durante la primera fase del acuerdo, si finalmente se implementa.

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