Tras casi 10 años en el poder, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes su renuncia al cargo, en el que ha permanecido desde el 2015, aunque afirmó que permanecería en funciones hasta que el Partido Liberal elija a su sustituto.
En conferencia ofrecida en la ciudad de Ottawa, Trudeau comunicó su renuncia al liderazgo del gobernante Partido Liberal y explicó que, después de conversar con su familia, llegó a la conclusión de que, si tiene que luchar en “batallas internas”, no es el mejor candidato para las elecciones que Canadá celebrará este año.
“Tengo la intención de dimitir como líder del partido, como primer ministro, después de que el partido elija a su próximo líder”, reiteró Trudeau. “Este país merece una verdadera opción en las próximas elecciones”, destacó.
El todavía primer ministro ha visto en los últimos años caer su popularidad y había recibido presiones de dentro y fuera de su partido para que se hiciera a un lado.
Pese a describirse como “un luchador”, señaló que las diferencias internas en torno a su liderazgo impiden que sea el candidato liberal en las próximas elecciones.
Para él, su renuncia supone una oportunidad de rebajar la temperatura política en el país, según dijo.
Trudeau lamentó que el Parlamento canadiense haya estado meses paralizado por “la obstrucción” y una “total falta de productividad en los últimos meses”.
Indicó que ha llegado el momento de “un reinicio” en la política canadiense y de “reducir el nivel de polarización” que se ha instalado en ella últimamente.
Trudeau tuvo una mención especial para su aliada de mucho tiempo, Chrystia Freeland, que a mediados de diciembre renunció de forma repentina y puso más presión sobre el liderazgo del primer ministro.
Con la decisión del primer ministro canadiense, el Parlamento será prorrogado hasta el 24 de marzo, lo que permitirá que el gobernante Partido Liberal evite una moción de censura y pueda elegir un sustituto a Trudeau.