El director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de la organización Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, dijo que la futura Administración estadounidense de Donald Trump podrá deportar a 150 mil personas de México y Centroamérica con estatus migratorio irregular.

“Mi proyección es que estarían deportándose solamente para México y Centroamérica alrededor de 150 mil personas”, indicó el también miembro del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard y asesor principal del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola durante un foro.

Unos 65 mil de los 150 mil deportados serán mexicanos, calculó el experto en el foro, denominado “Trump 2.0: Perspectivas y desafíos para Centroamérica, Cuba y Venezuela”, organizado por los organismos Expediente Abierto y Gobierno y Análisis Político.

Orozco basó su tesis en que si bien la deportación fue uno de los temas fundamentales de la campaña de Trump, una vez en el poder tendrá una posición “un poco más pragmática”.

El punto medular no es determinar la probabilidad que si va a cumplir con la promesa, sino cómo se va a ejecutar esa promesa”, explicó.

¿Por qué la cifra de deportación es conservadora?

El experto señaló tres factores que la Administración Trump tendrá que sopesar para llevar a cabo las deportaciones, entre ellas los recursos humanos y económicos con que cuenta para ejecutar la ley conforme a la deportación de personas que están en estatus irregular en el país.

Otro factor es que el equipo que rodea a Trump “es bastante heterogéneo” y coinciden “en una perspectiva punitiva sobre la migración irregular” más dada a cerrar las fronteras, prevenir que llegue más gente a EE.UU., y expulsar gradualmente a los que se encuentran con estatus irregular, anotó.

Orozco observó que el “peso bucocrático sobre la gestión migratoria será muy grande” para Trump, debido a que la Administración de Joe Biden “fue un periodo donde se produce, en los últimos 25 años, la mayor ola migratoria que llega a la frontera”.

En los últimos cuatro años han ingresado de forma irregular a EE.UU. casi 12 millones de personas, y esa cantidad es un enorme desafío para Trump, razonó.

El experto aclaró que ese número de personas no incluye solo a mexicanos y centroamericanos, sino al universo y en gran medida de Cuba, Venezuela, Haití, Ucrania, Rusia y China.

A su juicio, serán ese último grupo de migrantes (los no tradicionales) “los que están en mayor riesgo de deportación”.

¿Quiénes estarán bajo riesgo de ser deportados?

“Otro grupo bajo riesgo de deportación son los que están bajo el programa de alivio humanitario, el llamado Parole, que ha beneficiado a un millón de personas hasta ahora” por un período de dos años, quienes si no se han ajustado a otro tipo de estatus migratorio, como solicitar asilo, serán devueltos a sus países, anotó.

Un tercer grupo sujeto a deportación son los que solicitaron asilo y se les fue negado, “y eso son más de un millón de personas en este momento”, puntualizó.

“Y otro grupo, lamentablemente, son aquellos que estarán bajo el estatus de protección temporal (TPS), que son casi un millón de personas”, agregó.

Otro punto a considerar, según Orozco, es que las nacionalidades de los potenciales deportados “vienen de países políticamente difíciles, de dictaduras y ese es un tema fundamental”.

¿Cómo puede esta administración entrante crear un balance entre una política exterior antidictatorial que tiene una perspectiva internacional bastante contraria a las dictaduras y, por otro lado, mantener una posición proteccionista?”, preguntó.

A juicio del experto, la migración creció en EE.UU. en correspondencia con la demanda de mano de obra y el país necesitará “más bien mano de obra  barata para aumentar su competitividad”.

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