“Con profunda tristeza informo que hoy, mi abuelo Don Diego de la Peña, falleció. Su partida deja un vacío inmenso en nuestros corazones, deja su legado de trabajo como pionero cancunense, empresario, hotelero, pero sobre todo de un hombre extraordinario y bueno; vivirá por siempre. Descansa en paz Abo”, escribió la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Paty Peralta en sus redes sociales.

“Lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestro querido y reconocido empresario y pionero cancunense, Don Diego de la Peña. Extendemos un abrazo a Ana Paty Peralta, a su amada esposa, hij@s, niet@s, amig@s entrañables y a toda la familia De la Peña ante su irreparable partida. Mucha paz y pronta resignación”, publicó por su parte la gobernadora Mara Lezama Espinosa.

Se desconocían las causas que originaron la partida de este gran empresario, quien fundó el primer hotel en Cancún llamado Playa Blanca, el cual se ubicaba en el kilómetro 3.5 del bulevar Kukulkán, abriendo paso a las inversiones en esta ciudad que poco después se convertiría en el destino favorito de los viajeros de todo el mundo.

Nunca dudó en apostar por Cancún al edificar el hotel Playa Blanca en 1972 que abrió sus puertas como primer hotel en Cancún, considerado el primer hotel en la ciudad.

Al paso de los años Don Diego se consolidó como uno de los hoteleros más importantes de Cancún, al impulsar el desarrollo turístico de la ciudad.

Fue un hombre ampliamente apreciado en todos los círculos sociales, y además tenía una amplia preparación por los temas de la industria turística.

Durante más de 50 años, su visión, tenacidad y amor por esta tierra, han dejado un gran legado en la industria turística de Quintana Roo y en el sector de la hospitalidad.

En abril pasado la gobernadora Mara Lezama le entregó la Medalla al Mérito Ciudadano “Sigfrido Paz Paredes” precisamente por su amplia trayectoria en la industria turística de Cancún.

Durante este reconocimiento, Don Diego, hizo un llamado a los cancunenses para dar continuidad a este destino y asegurar el futuro para los próximos 50 años.

Le sobreviven hijos, nietos y bisnietos.

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