El ministro de Defensa, Andrei Belousov, afirmó que el ejercicio tiene por objeto practicar “el lanzamiento por las fuerzas estratégicas ofensivas de un ataque nuclear masivo en respuesta a un ataque nuclear del enemigo”.
El presidente ruso Vladímir Putin atribuyó la decisión de iniciar los ejercicios a “la aparición de nuevas amenazas y riesgos externos“. Añadió que para Rusia “es importante disponer de fuerzas estratégicas modernas y constantemente listas para ser utilizadas”.
Los ejercicios incluyeron el disparo de prueba de un misil balístico intercontinental Yars desde la plataforma de lanzamiento de Plesetsk, en la península de Kamchatka, y de otros misiles desde los submarinos nucleares Novomoskovsk y Knyaz Oleg.
Rusia amenaza con responder si Ucrania usa misiles
Los militares también realizaron prácticas de lanzamiento de misiles de crucero de largo alcance desdebombarderos estratégicos Túpolev-95 con capacidad nuclear.
Putin señaló que Moscú seguirá modernizando sus fuerzas nucleares, desplegando nuevos misiles de mayor precisión, tiempos de lanzamiento más rápidos y mayores capacidades para superar las defensas antimisiles.
Las maniobras se producen en un momento de escalada de las tensiones con Occidente, tras semanas en las que Rusia ha señalado que Moscú responderá si Occidente permite a Ucrania utilizar armas de largo alcance suministradas por Occidente para atacar en el interior de Rusia.
El mes pasado, Putin advirtió de que tal medida a favor de Ucrania pondría a la OTAN en guerra con Rusia.
También anunció una nueva versión de la doctrina nuclear que considera un ataque convencional contra Rusia por parte de una nación no nuclear que cuente con el apoyo de una potencia nuclear como un ataque conjunto contra su país.
Putin también declaró que el documento revisado contempla el posible uso de armas nucleares en caso de un ataque aéreo masivo, dejando la puerta abierta a una posible respuesta nuclear a cualquier asalto aéreo, una ambigüedad destinada a disuadir a Occidente.
China como mediador
En su visita a Pekín, el presidente de Finlandia hizo un llamamiento a China para que ayudara a desescalar la actividad nuclear rusa.
“El último y quinto punto que planteé es que es muy difícil confiar en el presidente Putin, especialmente cuando se trata de armas nucleares, y por eso es extremadamente importante que una gran potencia como China siga dialogando con Rusia y se asegure de que podemos desescalar en la medida de lo posible”, aseguró el presidente finlandés Alexander Stubben una rueda de prensa tras su reunión con el presidente de China, Xi Jinping.
Las maniobras de este martes siguen a otra serie de ejercicios de las fuerzas nucleares rusas. A principios de año y en junio, el ejército ruso realizó un ejercicio nuclear conjunto con Bielorrusia, aliado de Moscú, que ha albergado algunas de las armas nucleares tácticas rusas.