El Día de Muertos es una de las tradiciones más importantes y representativas de México. En estas fechas, las familias recuerdan a sus seres queridos que han partido, creando ofrendas llenas de color y elementos simbólicos.
Uno de los símbolos más reconocidos de esta festividad es el cempasúchil, la flor que, con su color naranja intenso, guía a los espíritus de los difuntos hacia las ofrendas. Sin embargo, no es la única flor que forma parte de esta tradición.
En diversas regiones de México se utilizan otras especies de flores que, aunque menos conocidas, también tienen un significado en las celebraciones del Día de Muertos.
Estas otras flores, aunque no tienen la misma popularidad que el cempasúchil, poseen su propio simbolismo y relevancia en diferentes comunidades.
Flores que puedes colocar en tu ofrenda además de cempasúchil
Flor de terciopelo o cresta de gallo
Una de las flores que también se usa en los altares del Día de Muertos es la flor de terciopelo, también conocida como cresta de gallo. Esta planta se caracteriza por su textura suave y aterciopelada, y su color varía entre tonos rojos, púrpuras y amarillos.
El simbolismo de la flor de terciopelo está relacionado con la sangre y el sacrificio. En la cultura prehispánica, el color rojo era una representación de la vida y la muerte, por lo que el uso de esta flor en las ofrendas es un recordatorio del ciclo de la vida.
Flor de nube
Otra flor que aparece con frecuencia en las ofrendas es la flor de nube. Su nombre proviene de la apariencia de sus pequeñas flores blancas que, cuando se agrupan, parecen una nube esponjosa.
Aunque no es originaria de México, se ha integrado a las ofrendas del Día de Muertos debido a su belleza y su capacidad para complementar el colorido de otras flores, como el cempasúchil y la cresta de gallo.
En términos simbólicos, la flor de nube representa la pureza y la paz. Para muchos, su color blanco es un reflejo de la espiritualidad y la tranquilidad, elementos que son esenciales en la conmemoración de los difuntos.
Gladiolas
Las gladiolas son otra flor importante que a menudo se ve en las ofrendas del Día de Muertos, especialmente en las regiones del centro y sur del país. Estas flores altas y elegantes, que pueden ser de diversos colores, se colocan alrededor del altar como una especie de protección espiritual para los difuntos.
Debido a su forma erguida y sus hojas largas, se cree que estas flores representan la conexión entre el cielo y la tierra, un puente simbólico entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Cempasúchil de cerro
Aunque el cempasúchil es la flor más conocida, existe una variante menos famosa pero igual de simbólica: el cempasúchil de cerro. Esta flor silvestre, de pétalos más pequeños y un color amarillo más pálido que el tradicional cempasúchil, es utilizada en algunas regiones de México, donde la gente prefiere recolectar estas flores de manera natural en lugar de comprarlas en mercados.
Aunque su apariencia es más sencilla, su significado es el mismo: la conexión con los difuntos y la guía de sus almas hacia el altar.