Aprovechar desechos naturales como el sargazo, que anualmente llega en grandes cantidades a las playas del caribe y otros materiales procesados, no biodegradables, pero que invaden las ciudades, como es el caso de las colillas de cigarro, es objetivo del proyecto Panterra que desarrollan estudiantes de la Universidad Panamericana, campus Aguascalientes.
El objetivo es darles un nuevo futuro a estos residuos, tomándolos como aliados y no como enemigos del ambiente, comentaron Alejandro Zarza Martínez, líder del proyecto y su compañero Francisco Javier Olguín Vargas.
“El proyecto estuvo inspirado en investigadores que tenían la iniciativa de hacer la limpieza de colillas y hacer uso sostenible más allá de que fueran basura o que pudieran ser compostables.
“Lo importante es reducir la contaminación, estamos en una época en la que hay muchos residuos, hay mucha industria, el objetivo principal es reducir el impacto ambiental que todos generamos”.
Tan sólo en 2023, al menos 20 millones de toneladas de sargazo fueron recolectadas de las playas mexicanas y 50 mil millones de colillas se arrojan al año.
En este sentido, Axel Palacios de la Rosa recordó que ya quedo demostrado el uso que se le puede dar al sargazo para la fabricación de pequeñas casas en el sureste mexicano.
“Sabemos que el sargazo es utilizado y es rentable, una casa puede costar 800 mil pesos, con el material como sargazo podría reducirse el costo hasta la mitad, en 400 mil pesos.
“(En el caso de) las colillas de cigarro es decirle a la gente que no es bueno que fume por los problemas de salud, pero que mejor que usar los desechos de las colillas, que es rica en celulosa, al mezclar surge material parecido al poliestireno.
A partir de este escenario, Panterra propone procesarlos en materiales nuevos y sostenibles para la industria de la construcción, como remplazo de la fibra de vidrio y el unicel.
“Nosotros vamos un poco encaminados allá, a la sustitución del unicel que su producción es muy contaminante, genera muchos residuos y no es tan accesible en cuestión de precios.
“De igual forma el sargazo es un material natural, en este caso en la construcción podemos asimilar a las propiedades de la arena, su grado de finura, su absorción es muy particular y da buenos resultados en cuestión de sustitución que proponemos en nuestra investigación”, explicó Francisco Javier Olguín Vargas.
La iniciativa que participa en el Primer Concurso Universitario de Proyectos Sostenibles, presentado por Coca Cola, en el marco de la segunda edición de la Cumbre Imagen BBVA 2024 Sostenibilidad, presentada por JAC, ha llevado una investigación con pruebas en laboratorio durante cinco meses cuyo avance marca la viabilidad de fabricar bloques de bioplásticos a partir de la utilización de sargazo, colillas de cigarro y agar-agar, una sustancia que proviene de un alga marina comestible que tiene como función espesar mezclas.
En otra industria en la que se pudiera ocupar el material resultante es para el embalaje de artículos electrodomésticos y en general, en la paquetería, destacó Valeria Hernández Villalobos.
“Estamos buscando que se pueda utilizar para embalajes, empaques de paquetería, utilizarlo como protectores del producto, que se mantenga seguro, que se mantenga con la estructura y fortaleza para que llegue a tu casa seguro y tenga una alternativa amigable al ambiente”.
El uso del nuevo material, aún en proyecto, podría lograr reducciones de costos en las diferentes industrias en promedio en 30 por ciento.