Entre las árbitras designadas, se encuentran figuras prominentes como la brasileña Edina Alves y la estadounidense Tori Penso, quienes oficiarán como juezas centrales en algunos de los encuentros.
Además, cinco mujeres han sido seleccionadas como asistentes de línea: Neuza Back (Brasil), Mary Blanco (Colombia), Migdalia Rodríguez (Venezuela), Brooke Mayo (EE.UU.) y Kathryn Nesbitt (EE.UU.). En el equipo del VAR (árbitro asistente de video), la nicaragüense Tatiana Guzmán se encargará de la revisión de jugadas.
La participación de estas árbitras ya se ha hecho sentir. Alves y Back formaron parte del equipo arbitral en el reciente empate sin goles entre Chile y Perú. «Es un sueño hecho realidad. A veces me despierto y pienso en lo que he logrado en tan poco tiempo», comentó Migdalia Rodríguez, quien comenzó su carrera internacional en 2016 y participará también en los próximos Juegos Olímpicos.
Esta decisión refleja una tendencia creciente: la inclusión de mujeres en el arbitraje de partidos masculinos. Un ejemplo notable fue la actuación de la francesa Stephanie Frappart en el Mundial de Qatar 2022, donde se convirtió en la primera mujer en arbitrar un partido de la Copa del Mundo masculina.
Los próximos Juegos Olímpicos también contarán con una significativa representación femenina en el arbitraje, con 38 mujeres entre los 89 jueces designados.
Pioneras del arbitraje
Edina Alves, de 44 años, es una figura destacada en el arbitraje sudamericano. Fue la primera mujer en dirigir un partido profesional masculino organizado por la FIFA, durante el Mundial de Clubes de 2021 en Qatar.
Siguiendo los pasos de su compatriota Sílvia Regina de Oliveira, la primera mujer en arbitrar un partido de la Conmebol en 2003, Alves ha abogado por un trato igualitario en su carrera. «No se debe tratar a las árbitras con compasión. Es una carrera difícil, pero en Brasil, al menos, somos evaluadas de manera justa», declaró Alves.
Por su parte, Tori Penso, de 39 años, ha brillado en el arbitraje internacional, habiendo dirigido la final de la Copa del Mundo femenina de 2023 entre Inglaterra y España. La colombiana Mary Blanco ha sido pionera en su país, convirtiéndose en la primera árbitra colombiana en un Mundial femenino y en oficiar la final del fútbol masculino colombiano en 2023.
Rodríguez, seleccionada para los Juegos Olímpicos de París, y Mayo, con 21 años de experiencia y participación en la final de la Copa del Mundo femenina de 2023, también destacan en este grupo. Kathryn Nesbitt, otra árbitra con experiencia en Qatar 2022, y Tatiana Guzmán, la primera mujer en dirigir un partido masculino en Nicaragua, completan este equipo histórico.
Tatiana Guzmán expresó su esperanza de inspirar a las nuevas generaciones: «Esto será emocionante para otras niñas y para los equipos de fútbol, demostrando que pueden ser parte de esto», declaró a la página de la FIFA.
Historia del arbitraje femenino
El arbitraje femenino tiene sus raíces en la década de 1930, con la austriaca Edith Klinger. Sin embargo, la FIFA reconoce a la turca Drahşan Arda como la primera mujer árbitra oficial, quien ejerció durante la década de 1960. Desde entonces, figuras como Ingrid Jonsson, que participó en la final del primer Mundial femenino en China, y Cláudia Vasconcelos Guedes, la primera mujer en dirigir un partido oficial de la FIFA en el Mundial Femenino de 1991, han allanado el camino para las generaciones futuras.
La designación de estas ocho mujeres en la Copa América 2024 representa un paso significativo en la evolución del arbitraje y un reconocimiento a la creciente presencia y competencia de las mujeres en el deporte.