Arizona es un importante campo de batalla de las elecciones, con los republicanos invirtiendo grandes cantidades en propaganda política en español y los demócratas enfocados en atraer el voto de este estado clave, en el que concurren grandes temas que preocupan al electorado como la economía, el derecho al aborto y la política migratoria.
A medida que se aproximan las elecciones de noviembre se intensifican los esfuerzos de ambos partidos quienes invierten cantidades millonarias por ganar el voto latino, que podría definir contiendas muy cerradas en este estado fronterizo, con una pujante economía que ha crecido más de 50 por ciento en seis años.
Un tercio de la población del estado es hispana y sus votos electorales para las elecciones de noviembre están en liza, con una ligera ventaja del expresidente republicano Donald Trump (43 por ciento) sobre el presidente demócrata Joe Biden (39.8 por ciento), según proyecciones de Five Thirty Eight, que hace un promedio de las encuestas más recientes.
Inversión millonaria conservadora
Esta semana, La Iniciativa Libre, parte de la red política republicana creada por los industriales multimillonarios hermanos Koch, presentaron la campaña ‘Diga No a Bidenomics’, con la que quieren hacer mella en uno de los puntos débiles del presidente Biden, según las encuestas de opinión.
Este esfuerzo, aseguran, pretende resaltar lo que llaman las “políticas económicas punitivas” de Biden y sus aliados en el Congreso que impactan negativamente a la comunidad latina no solo en Arizona sino en todo el país.
“Con esta campaña queremos dar la información y presentar una perspectiva clara de lo que está viviendo nuestra comunidad latina. La Administración Biden nos viene diciendo que la economía está bien, que hay más trabajos. Sin embargo, es algo que nuestra comunidad latina no está viendo reflejado en su economía personal”, dijo a Efe, Jonathan Soto, director de operaciones de Iniciativa Libre en Arizona.
La campaña de este grupo de acción política, que se define de centroderecha, invertirá millones de dólares en anuncios digitales, eventos públicos en supermercados y restaurantes latinos.
Soto indicó que una de las principales quejas de la comunidad latina en Arizona son los altos costos de la vivienda, la gasolina y los alimentos básicos.
Como parte de este esfuerzo, el grupo lanzó un sitio bilingüe donde se presentan respuestas a lo que llaman la “retórica” del presidente Biden.
“El sueño americano está escapando de las manos de nuestra comunidad”, valoró Soto.
Aborto entra en la escena
Pero no solo la economía ha calentado la elección en el estado fronterizo, el reciente restablecimiento por parte de la Corte Suprema de Arizona de una ley estatal de 1864 que prohíbe prácticamente el aborto en el estado causó un sismo político en ambos partidos políticos.
El partido demócrata ha lanzado ataques en contra de Trump y sus seguidores republicanos responsabilizándolos de lo que consideran un fuerte golpe a los derechos reproductivos de la mujer.
“Debido a Donald Trump, millones de mujeres perdieron la libertad fundamental de controlar sus propios cuerpos, la vida de las mujeres está en peligro debido a esto”, dice Biden en una campaña de anuncios televisivos dirigida a las mujeres y los votantes latinos.
Arizona, estado crucial
En las elecciones de 2020, Arizona sorprendió al país favoreciendo en las urnas a Biden, pese haber sido considerado tradicionalmente como un estado “rojo” o que favorece a los republicanos con sus 11 votos electorales, de los 270 necesarios para alzarse con la presidencia.
La victoria de Biden se debió, en gran parte, al trabajo de los activistas que promovieron un voto de castigo contra años de políticas antiinmigrantes, que se enfrentan a los mensajes de la candidata al Senado Keri Lake, que ha hecho de su crítica a la inmigración irregular su caballo de batalla y tiene solo una ligera desventaja en las encuestas del congresista Rubén Gallego, la apuesta demócrata para retener la mayoría en la Cámara Alta.
En Arizona el 20 por ciento de los votantes registrados son de origen latino, un electorado tradicionalmente demócrata, que en muchas partes del país está moviéndose en simpatía hacia Trump, por lo que este laboratorio electoral puede ser esencial para entender el sentido del voto de un grupo cada vez más importante para ambos partidos.