El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que está considerando poner fin al proceso legal contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
“Estamos considerándolo”, afirmó Biden en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca al ser preguntado por la petición que lleva haciendo meses el primer ministro australiano, Anthony Albanese, para que se cierre el caso contra Assange.
En noviembre de 2023, Albanese dijo que había trasladado a representantes de EU su petición para que se cierre el caso contra el fundador de WikiLeaks y, en febrero de este año, respaldó una moción en el Parlamento australiano para reclamar el fin del proceso legal.
Assange, de 52 años, se enfrenta a más de 18 cargos penales por delitos contra la Ley de Espionaje estadounidense y corre el riesgo de ser condenado a hasta 175 años en prisión.
Desde 2019, el periodista de nacionalidad australiana se encuentra detenido en la prisión de alta seguridad de Berlmarsh (Reino Unido) después de que la Embajada de Ecuador en Londres le retirara el asilo que le concedió en 2012.
La esposa de Julian Assange indicó el jueves que el caso judicial de su marido “podría estar yendo en la dirección correcta” luego que el presidente Joe Biden señalara que EU podría retirar los cargos contra el encarcelado fundador de WikiLeaks.
Las declaraciones se produjeron cuando partidarios del fundador de WikiLeaks protestaban en varias ciudades para exigir la liberación de Assange, en el quinto aniversario de su encarcelamiento en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh.
Las autoridades no han dado más detalles, pero Stella Assange comentó que los comentarios eran “una buena señal”.
“Parece que las cosas podrían estar moviéndose en la dirección correcta”, dijo a la BBC, señalando que la acusación era “un legado de (Donald) Trump y realmente Joe Biden debería haberlo abandonado desde el primer día” de sus funciones como presidente.
El primer ministro australiano Anthony Albanese catalogó el comentario de Biden como alentador.
“El señor Assange ya ha pagado un alto precio y es suficiente”, dijo Albanese a la Australian Broadcasting Corp.
Los fiscales estadounidenses alegan que Assange alentó y ayudó a la analista de inteligencia del ejército estadounidense Chelsea Manning a robar cables diplomáticos y archivos militares que WikiLeaks publicó, poniendo vidas en peligro.
Australia argumenta que existe una desconexión entre el trato dado por Estados Unidos a Assange y a Manning. El entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conmutó la condena de 35 años de Manning por siete años, lo que permitió su liberación en 2017.
Los partidarios de Assange dicen que es un periodista protegido por la Primera Enmienda que expuso las irregularidades militares de EU en Irak y Afganistán.
Assange ha estado en prisión desde 2019 luchando contra la extradición tras haber pasado siete años antes de eso refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser enviado a Suecia por acusaciones de violación y agresión sexual.
Tras ser desalojado de la embajada ecuatoriana en abril de 2019, la policía británica lo detuvo inmediatamente y lo encarceló en Belmarsh por quebrantar la libertad bajo fianza en 2012.
El gobierno del Reino Unido firmó una orden de extradición en 2022, pero un tribunal británico dictaminó el mes pasado que Assange no puede ser enviado a Estados Unidos a menos que las autoridades estadounidenses garanticen que no será condenado a muerte.
Hay otra audiencia programada para el 20 de mayo.
Assange estaba demasiado enfermo para asistir a las últimas audiencias. Stella Assange ha subrayado que la salud de su marido sigue deteriorándose en prisión y teme que muera tras las rejas.