Luego de un enfrentamiento abierto que ha sostenido por meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció y admitió que no puede reformar al Poder Judicial, pues afirmó que le corresponderá a la siguiente administración realizar este ajuste. 

“Sí se necesita la reforma sin enojarse, sin insultos, sin nada, no, no. Ellos mismo deberían de atender esto que era mi propósito, nada más que no pude, pero sí se puede aunque quede como tarea en adelante, pero ya irlo discutiendo, ventilando, para que si no podemos nosotros, lo que vengan detrás puedan llevarlo a cabo”, aseguró el mandatario durante la conferencia de prensa de este martes.

López Obrador aseguró que propondrá en su iniciativa de reforma la creación de un Tribunal Interno para evaluar la actuación de jueces, magistrados y ministros, que no sea el actual Consejo de la Judicatura Federal (CJF)  porque, acusó, esta pasmado.

“La reforma que voy a enviar que incluya un Tribunal al interior del Poder Judicial para que esté pendiente, sí, la Judicatura, pero no la actual que está pasmada, congelada” y cuestionó: ¿Conocen ustedes de algún juez que esté siendo procesado o que esté en la cárcel? Entonces son finísimas personas todas, es el Castillo de la Pureza”.

Dijo que una evaluación “aplicaría en positivo porque ser juez, sí se permite un periodo de reelección o para mantenerse en el cargo porque se aplicaría también lo de la revocación de mandato”.

La población, dijo, estará pendiente de quienes actúan con apego a la legalidad y si alguno quisiera reelegirse tendrán que someterse a la decisión popular y por esa razón es importante que “la vida pública cada vez más pública, transparencia. Antes ni se conocían los jueces, era una sociedad anónima, actuaban en la clandestinidad, ni jueces ni magistrados ni ministro, ahora es distinto, claro, estamos empezando, por eso es muy bueno este ejercicio, pero hace falta seguir empujando la reforma”. 

Insistió que en los anteriores gobiernos no se hicieron nada a favor de la población, “¿qué más pruebas queremos de que están al servicio de la oligarquía, del influyentismo, de quienes tienen para comprar su inocencia? Y sí hay algunos casos, pero no es la regla, es la excepción entonces sí se necesita la reforma sin enojarse sin insultos ni nada, no, ellos mismos deberían atender”.

El presidente admitió que “era mi propósito, pero no pude, pero sí se puede, aunque quede como tarea hacia adelante, pero irlo discutiendo para que los que vengan detrás puedan llevarlo a cabo. Dicen los filósofos asiáticos que un problema bien planteado es un problema medio resuelto, si llegamos a plantear el problema avanzamos ya tenemos claro”.

Habló del amparo que se le ofreció a Néstor Isidro Pérez Salas “El Nini”, presunto jefe dentro del Cártel de Sinaloa, para que no fuera extraditado a Estados Unidos para criticar la actuación de la juez por ser un asunto “chueco”. 

Alertó que no puede haber un supremo poder conservador para ninguno de los poderes del Estado, pero consideró que el Judicial ahora “está prácticamente secuestrado, tomado por la oligarquía de México, se quiere convertir en el poder de los poderes, está un poco exagerado, ¿no? Están levitando porque eso ni es constitucional, es antidemocrático, ni lo va a permitir el pueblo”.

El presidente reiteró la necesidad de limpiar el Poder Judicial con el método democrático, es decir, que sea el pueblo el que elija pero que se fijen con claridad los requisitos para ser juez, para que además de ser abogado, se sepa cuánto tiene de experiencia, que hayan actuado con integridad, que no tengan antecedentes penales y que se hagan listas y se proponga desde el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, también desde los colegios de abogados, las facultades de derecho, para que la gente los conozca, como a cualquier candidato de elección popular.

Confrontación

Ayer, López Obrador aseguró que en el Poder Judicial predomina la corrupción, por lo que hace falta limpia que se daría con una reforma constitucional para la elección popular de sus integrantes. 

El punto más álgido ha sido el debate generado por la desaparición de los fideicomisos del Poder Judicial, hecho que provocó que los trabajadores prepararán una demanda colectiva y una serie de manifestaciones en contra de la extinción, luego de que fuera aprobado por la Cámara de Senadores el pasado 24 de octubre.

Asiento en la Corte

Aunado a ello, el presidente tiene otro frente abiero, pese a la polémica y rechazo que desató la terna propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para reemplazar a Arturo Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), debido al abierto apoyo a Morena por parte de las candidatas, el titular del Ejecutivo tiene amplio margen para heredar a una de sus incondicionales en el máximo tribunal del país.

Ayer, la Comisión de Justicia del Senado de la República avaló la terna enviada por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador para ser ministra de la SCJN, misma que será analizada por el Pleno de la Cámara alta.

Con 12 votos a favor de los integrantes de la Comisión, la mayoría de ellos ausentes pero que dejaron el sentido de su voto por escrito, los legisladores calificaron de idóneas a las candidatas propuestas por el mandatario federal: Lenia Batres, María Estela Ríos y Bertha Alcalde.

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