La Comisión Disciplinaria de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) ha suspendido por tres años a Luis Rubiales, expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), de todas las actividades relacionadas con el fútbol a nivel nacional e internacional, por infringir normas internas por el beso no consentido que le dio a la jugadora Jenni Hermoso, durante la celebración del Mundial femenino conquistado por España en Australia.
Informó este lunes que el que fuera la máxima autoridad del fútbol español, infringió el artículo 13 del código del organismo, relativo a conductas ofensivas y violaciones de los principios del juego limpio, donde, entre otros aspectos, se refiere a normas como actuar con “integridad” y adoptar acciones por “violar las normas básicas de la conducta cívica”.
“La FIFA reitera su compromiso absoluto de respetar y proteger la integridad de todas las personas, y de velar porque se respeten las normas básicas de conducta cívica”, se lee en el comunicado.
Recuerda que Rubiales había sido suspendido de manera provisional durante un período de 90 días, que se anunció el 20 de agosto pasado.
“La decisión de la Comisión Disciplinaria de la FIFA se ha notificado hoy al Sr. Rubiales, quien, en virtud de lo estipulado en el Código Disciplinario de la FIFA, dispone de diez días para solicitar la decisión fundamentada, que se publicara en legal.fifa.com en caso de que se solicite. Esta decisión puede recurrirse ante la Comisión de Apelación de la FIFA”, señala el organismo.
Esta decisión es la nueva fase de la deriva del mandamás del fútbol español, quien aparte del beso forzado a la jugadora mundialista, hizo gestos obscenos al festejar tocándose los genitales en el palco de autoridades en presencia de la reina Letizia, la infanta Sofía y altos directivos de la organizaciòn deportiva.
Las presiones que posteriormente sufrió la jugadora y su entorno por parte del equipo de Rubiales en la RFEF, y de comunicados con mensajes de la jugadora que ella nunca pronunció ni autorizó, para tratar de salvar a Rubiales, también son parte de las actuaciones valoradas por FIFA.
Ante la presión de las jugadoras que formaron un bloque en contra de las actuaciones machistas de Rubiales y las faltas continuas a las jugadoras, y la presión social y política, orilló a Rubiales a dimitir el 10 de septiembre de su cargo en la RFEF como de la vicepresidencia de la UEFA.
En aquel momento ya estaba suspendido por tres meses por la FIFA, sanción preventiva que le impedía a él u a cualquier directivo o empleado de la Federación a contactar con Jenni Hermoso o con su entorno más cercano para evitar presiones o coacciones para que ella admitiera que el beso fue consentido.
El caso, como informó Proceso, llegó a la Audiencia Nacional, donde se sigue una causa abierta por agresión sexual y por coacciones. Por este delito también están imputados el director deportivo de la federación, Albert Luque, y el de marketing, Rubén Rivera.
En la asamblea del 25 de agosto, Rubiales pretendió justificar el beso en un hecho que ha levantado más críticas, por presentarse como víctima de un gesto de efusividad que era compartido por Jenni Hermoso, que fue quien lo cargó y le autorizó a darle un beso en la boca.
En su intervención criticó que “el falso feminismo español es una lacra” y luego en un comunicado llegó al extremo de atacar a Jenni por supuestamente cambiar su versión de los hechos, cuando ella lo desmintió.
La mundialista emitió un comunicado en el que señaló sentirse obligda a denunciar “que las palabras del señor Luis Rubiales explicando el desafortunado incidente son categóricamente falsas y parte de la cultura manipuladora que él mismo ha generado”.
Ella desmentía la supuesta conversación que Rubiales aseguró tuvieron donde ella dio la autorización, la cual nunca existió, decía.