La red de hospitales del Grupo Hospitalario Dalinde-San Ángel Inn han sido denunciados por negligencia médica y homicidio calificado por familiares de personas que perdieron la vida o pacientes que han quedado con alguna discapacidad dentro de estos hospitales privados.
De acuerdo con las diversas denuncias que tiene en su poder Grupo Imagen, es una constante las malas prácticas médicas que se tienen en estos hospitales privados que ha derivado en demandas de más de 36 millones de pesos, sin tomar en cuenta la reparación del daño moral ocasionado a los afectados que tuvieron la mala fortuna de ingresar a este centro hospitalario.
Este Grupo Hospitalario privado, encabezado por Roberto Bonilla, cuenta con una red de seis hospitales y diversas clínicas médicas que tienen la marca de San Angel Inn o Hospital Dalinde.
El Centro Médico Dalinde-San Angel Inn, ubicado en la Calle Tuxpan # 25, Colonia Roma en alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, acumula diversas denuncias de pacientes ante las autoridades correspondientes, como la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y la Fiscalía General de la República (FGR) por la mala calidad en la prestación de sus servicios médicos, sobre todo en el área quirúrgica y de urgencias donde han muerto algunos pacientes que entraron por una enfermedad que no ponía en riesgo su vida.
*Roberto Bonilla encabeza el Grupo Hospitalario Dalinde-San Ángel Inn.
Las primeras denuncias por la mala praxis de esta red de hospitales privados se iniciaron desde 2008 hasta la fecha, las cuales se han ido incrementando por la mala práctica médica que ha dejado a pacientes con diversas discapacidades e incluso los ha llevado a la muerte.
Por la secrecía de las investigaciones y el litigio que algunas tienen en contra del Grupo Hospitalario Dalinde-San Ángel Inn se guarda la identidad de los denunciantes para evitar represalias en su contra por parte de los dueños de este complejo hospitalario privado.
Una de las denuncias da a conocer el deceso de un hombre de 55 años que, al practicarle una cirugía para reducir una hernia hiatal, sufrió una perforación en el esófago, al introducir de manera inadecuada una sonda nasogástrica, cuyas complicaciones derivaron en un choque séptico, neumonía nosocomial e insuficiencia renal aguda.
Otro caso se dio durante la pandemia de Covid 19, cuando una mujer llegó a atenderse al área de urgencias del Hospital Dalinde por fractura de hombro. El médico que la recibió decidió operar y ponerle cuatro clavos, pero uno de ellos de manera equivocada fue insertado en el músculo.
Esto generó una segunda operación en otro hospital para removerle el clavo mal colocado, durante la cirugía se encontraron fragmentos de hueso que le dejaron en la cirugía que se le realizó en el Centro Médico Dalinde.
En la actualidad está paciente, vive con dolor permanente y no puede mover el brazo de manera normal.
Las denuncias que se han interpuesto suman también la falta de seguridad dentro de sus instalaciones que han provocado violaciones dentro de los baños de las recámaras de recuperación de los pacientes.