Inundaciones devastadoras han golpeado a China en medio de fuertes lluvias y tormentas, dejando un saldo de al menos 20 personas fallecidas y 19 desaparecidas hasta el momento. La capital, Pekín, y las provincias cercanas han sido las más afectadas, con barrios enteros inundados y carreteras bloqueadas debido a la intensidad de las precipitaciones.
El tifón Doksuri, convertido en tormenta, ha recorrido el territorio chino desde el sudeste hasta el norte, después de impactar previamente Filipinas antes de tocar tierra en la provincia de Fujian. Las lluvias torrenciales llegaron a Pekín y sus alrededores el pasado sábado, descargando el equivalente a la precipitación media de todo el mes de julio en solo 40 horas.
En el distrito de Mentougou, a orillas del río homónimo, los daños han sido graves. Los periodistas de la AFP observaron escombros y lodo cubriendo las calles, y un anciano local comparó esta catástrofe con las inundaciones ocurridas en julio de 2012, que dejaron 79 muertos y miles de evacuados. “Es un desastre natural, no puedes hacer nada al respecto.
Hay que trabajar duro y reconstruir todo”, expresó un residente de Pekín.
Las autoridades han tomado medidas de evacuación, logrando trasladar a más de 100.000 personas de las áreas de riesgo.
Sin embargo, las inundaciones han causado estragos en numerosas viviendas, dejando a cerca de 15.000 hogares sin acceso a agua potable en Mentougou. Las autoridades han respondido enviando camiones cisterna para garantizar el suministro.
Ante la magnitud de la emergencia, el presidente de China, Xi Jinping, instó a hacer “todos los esfuerzos posibles” para prevenir más pérdidas humanas y rescatar a las personas atrapadas o desaparecidas. También ha pedido una rápida reparación de las infraestructuras dañadas para devolver la normalidad a las áreas afectadas.
China se encuentra enfrentando un año de condiciones meteorológicas extremas y temperaturas récord, y los científicos advierten que el cambio climático está exacerbando estos eventos. Además de las intensas lluvias e inundaciones, el país se prepara para la llegada del tifón Khanun, que se acerca a la costa este.
Aunque los servicios meteorológicos señalan que las precipitaciones podrían debilitarse, las autoridades se mantienen en alerta máxima y trabajan arduamente para mitigar los efectos de las inundaciones y enfrentar los desafíos que presenta la llegada de un nuevo tifón. La prioridad en este momento es proteger a la población y brindar la asistencia necesaria a los afectados para superar esta difícil situación.
En Corea del Sur tampoco escampa
Una tragedia golpea a Corea del Sur, donde las fuertes precipitaciones han desencadenado devastadoras inundaciones y deslizamientos de tierra, dejando un saldo de al menos 37 personas fallecidas y nueve desaparecidas.
El país se encuentra en el punto álgido de la temporada monzónica de verano, y en los últimos cuatro días las intensas lluvias han provocado el desborde de una importante presa, agravando la situación y poniendo en riesgo a miles de personas.
Los rescatistas de Corea del Sur buscan personas desaparecidas cerca de un autobús a lo largo de una carretera inundada que conduce a un túnel subterráneo, donde unos 15 automóviles quedaron atrapados en las aguas de la inundación después de las fuertes lluvias en Cheongju el 16 de julio de 2023.
La provincia de Gyeongsang del Norte es una de las más afectadas, con la mayoría de las víctimas registradas en esta región. Sin embargo, el desastre alcanza otras áreas también, como en la provincia de Chungcheong del Norte, donde más de 10 coches y un número indeterminado de personas quedaron atrapados en un túnel subterráneo de 430 metros en Cheongju.
Los equipos de rescate luchan incansablemente por llegar a los afectados, pero la profundidad del agua dificulta las labores de búsqueda.
Las imágenes difundidas por la televisión local muestran la fuerza de la corriente de agua procedente de un río cercano, que se ha desbordado e inundado el túnel, atrapando a las personas en su interior. Hasta el momento, cinco personas fueron rescatadas del autobús que se encontraba en el túnel, mientras nueve cuerpos han sido recuperados. No obstante, la cifra oficial de desaparecidos aún no se conoce con certeza, ya que no se tiene información exacta sobre cuántas personas viajaban en cada coche.
El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, quien se encuentra en el extranjero, ha tomado medidas rápidas y ha sostenido una reunión de emergencia con su equipo para abordar la respuesta del Gobierno ante esta catástrofe. Ha ordenado movilizar todos los recursos disponibles para minimizar las víctimas y garantizar la asistencia a los afectados. Las zonas más gravemente afectadas han sufrido pérdidas devastadoras, con casas enteras arrasadas por las inundaciones.
Las autoridades, conscientes del peligro que representa la presa que ha comenzado a desbordarse, han emitido órdenes de evacuación para más de 6.400 habitantes del condado central de Goesan, con el objetivo de evitar más tragedias y proteger a las poblaciones cercanas al embalse.