En medio del abrasante desierto de Arabia Saudita se alzará una ciudad amurallada que parece extraída de un relato de ciencia ficción con tintes cyberpunk. Su nombre será The Line, un complejo de edificios de 500 metros de alto que se alzarán a lo largo de 170 kilómetros de punta a punta. En ella se planea que vivan cinco millones de personas y no habrá calles, ni carreteras, ni coches. Hablamos de una ciudad que antes solo era parte de la fantasía, pero que apunta a ser una realidad.
The Line: moderna, colosal y alucinante
El proyecto es idea del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman, uno de los personajes más polémicos en el plano internacional, quien quiere hacer de esta ciudad algo jamás visto en la historia de la humanidad. The Line será una ciudad con rascacielos más altos que el Empire State Building y conectará la costa oeste de Arabia Saudí con el este.
La tecnología que podremos ver en este complejo va desde las granjas verticales y la siembra de nubes hasta peleas de jaulas de robots y una luna falsa. En lugar de coches, la cuidad planea que el medio de desplazamiento sean los trenes de alta velocidad. Estos trenes serán capaces de recorrer la ciudad de un extremo a otro en tan solo 20 minutos.
Esto también hará que la ciudad aspire a ser la más sostenible del mundo, y por ello, libre de contaminación. A esto hay que sumarle que se trata de un proyecto ecológico en los que los suministros de agua y luz serán por completo renovables.
“No podemos ignorar las crisis ambientales y de habitabilidad que enfrentan las ciudades de nuestro mundo, y NEOM está a la vanguardia en la entrega de soluciones nuevas e imaginativas para abordar estos problemas. NEOM está liderando un equipo de las mentes más brillantes en arquitectura, ingeniería y construcción para hacer realidad la idea de construir hacia arriba”, dijo el príncipe heredero Mohammed bin Salman en un comunicado de prensa.
Pionera en el urbanismo de gravedad urbana
Esta ciudad alucinante será pionera en el llamado urbanismo de gravedad urbana. Esto desafía las convenciones sobre los asentamientos humanos. Los creadores de The Line colocan en capas verticales los edificios para que las personas puedan moverse hacia arriba, hacia abajo o de un lado a otro en lugar de viajar kilómetros mediante transportes.
Esto permitirá que los habitantes se desplacen con facilidad, rapidez y comodidad a sus centros de trabajo, colegios o espacios recreativos.
The Line estaría compuesto de dos enormes edificios paralelos, conectados a través de pasarelas. Su sociedad se dividirá en barrios con todas las comodidades de la vida de la ciudad.
Los habitantes
La ciudad se ubicará en el desierto de Neom. Según información de The Wall Street Journal, el gobierno árabe desembolsará en primera instancia un presupuesto de mil millones de euros para la construcción de The Line, que aspira a convertirse en el corazón del país.
Como toda ciudad, se planea que los habitantes de The Line se dividan en comunidades semiindependientes en las que tendrán de todo a su mano: “Los residentes tienen acceso a todas sus necesidades diarias a una distancia de 5 minutos a pie dentro de sus barrios”.
La construcción de esta megalópolis ya comenzó. Las proyecciones apuntan a que para 2030, unas 1,5 millones de personas vivirán en The Line, una ciudad donde la naturaleza será rebosante, exótica y maravillosa.
Todavía queda mucho tiempo para poder ver The Line finalizada. Las estimaciones son de cincuenta años a partir del presente. Quizás muchos de nosotros ni siquiera lleguemos a ver terminada una de las construcciones que aspirarán a convertirse en una de las próximas maravillas del mundo.