El huracán Ian, uno de los más poderosos registrados en Estados Unidos, azotó el suroeste de Florida este miércoles 28, inundando calles y edificios, dejando sin electricidad a más de un millón de personas y amenazando con provocar daños catastróficos tierra adentro.

Un cuartel policial costero reportó que estaba recibiendo muchas llamadas de personas atrapadas en viviendas.

El centro del huracán entró cerca de Cayo Costa, una isla barrera al oeste de la densamente poblada Fort Myers.

Mark Pritchett salió de su hogar en la ciudad de Venice aproximadamente a la misma hora que el huracán llegó a la costa, a unos 56 kilómetros (35 millas) al sur. Comentó que había sido “aterrador”.

“Literalmente, no podía mantenerme de pie frente al viento”, escribió Pritchett en un mensaje de texto. “La lluvia cae como agujas. Mi calle es un río. Ramas y árboles caídos. Y lo peor está por llegar”, describió.

El huracán de categoría 4 azotó la costa con vientos de 241 kilómetros por hora (150 millas por hora) y empujó una marejada ciclónica acumulada durante su lento avance sobre el Golfo de México. Más de un millón 100 mil viviendas y negocios de Florida carecían de electricidad. Previamente la tormenta golpeó a Cuba, donde dejó dos muertos e inhabilitó la red eléctrica de la isla.

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Cerca de 2.5 millones de personas del suroeste de Florida recibieron órdenes de evacuar antes de que llegara Ian, pero por ley nadie podía ser obligado a dejar su vivienda.

Los conductores de la televisora WINK de Fort Myers tuvieron que abandonar su escritorio de trabajo habitual y continuar la cobertura desde otro sitio de su sala de prensa porque el agua estaba entrando en su edificio ubicado cerca del río Caloosahatchee.

Aunque se prevé que se debilite a medida que avanza tierra adentro a unos 14 kilómetros por hora (9 millas por hora), los vientos huracanados de Ian probablemente se sentirían hasta el centro de La Florida.

Horas después de que tocó tierra, sus vientos máximos sostenidos habían descendido a 210 kilómetros por hora (130 millas por hora). De todas formas, se preveía la llegada de marejadas ciclónicas de hasta 2 metros (6 pies) de altura en el noreste de Florida.

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