De todos los miembros de la familia real del Reino Unido, parece que Andrés de York es el más menospreciado por sus escándalos sexuales y su relación con el financiero pedófilo Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual, explotación sexual y abuso sexual contra menores de edad.
Debido a ello, al que era el hijo consentido de la reina Isabel II le fueron retirados todos sus honores militares y, además, le quitaron la oportunidad de seguir atendiendo actos propios de la monarquía. Es decir, desde hace aproximadamente dos años, Andrés vive alejado del foco mediático y olvidado de la agenda oficial por la vergüenza que les causó a todos.
Aunque lleva bastante tiempo escondido del escenario social, a Andrés de York se le permitió caminar detrás del ataúd de su mamá, Isabel II; sin embargo, nadie esperaba que algunas personas le lanzaran insultos por su comportamiento poco decente.
El príncipe y papá de las princesas Beatriz y Eugenia tuvo que pagar una millonaria suma de dinero a Virginia Giuffre, quien llevó su caso a los tribunales de Estados Unidos y lo acusa de haber abusado de ella cuando era una niña.
“Andrés, eres un anciano enfermo”, le gritó una persona que luego fue sometida por la policía londinense. De acuerdo con “Daily Mail”, el joven forcejeó con la autoridad mientras seguía gritando que era “repugnante” y “no he hecho nada malo”.
A Andrés se le permitió caminar con sus hermanos, el rey Carlos II, Ana del Reino Unido y Eduardo de Wessex detrás del féretro de la reina que fue cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores compuesta de rosas blancas, fresias blancas, crisantemos blancos, brezo blanco de Balmoral, romero, hebe y pittosporum.