Canadá debe prohibir por completo la compra y venta de todas las armas de fuego, proclamó el primer ministro del país, Justin Trudeau.

Su gobierno propone una nueva ley que busca restringir la propiedad privada de las armas de cañón corto.

La legislación no prohibiría por completo la posesión de armas de fuego, pero haría que comprarlas fuera ilegal.

De este modo, limitaría de forma efectiva la cantidad de armas de fuego de propiedad legal en Canadá a las que hay registradas en la actualidad.

La propuesta de Trudeau llega días después de que 21 personas (19 niños y dos maestras) murieran en el tiroteo en una escuela primaria de Texas, en el vecino Estados Unidos, el pasado 24 de mayo.

El proyecto de ley, presentado el lunes en el parlamento de Canadá, contempla la prohibición de comprar, vender, transferir o importar armas de fuego en cualquier parte del país.

“Aparte de usarlas para tiro deportivo y caza, no hay motivo por el que alguien en Canadá necesite armas de fuego en su vida cotidiana”, declaró Trudeau a la prensa.

“A medida que observamos que aumenta la violencia armada, es nuestro deber seguir tomando medidas”, afirmó.

Se trata del intento más ambicioso del gobierno canadiense para restringir el acceso a las armas de fuego.

El proyecto de ley también recoge que se reconfiguren los cargadores de rifles para que no puedan contener más de cinco rondas.

Y revocaría las licencias de armas de fuego a los propietarios de estas involucrados en violencia doméstica o acoso criminal.

A diferencia de EE.UU., la posesión de armas no está protegida por la constitución en Canadá, aunque las armas de fuego también son bastante populares, especialmente en las zonas rurales del país.

Canadá tiene reglas más estrictas sobre la posesión de armas y registra menos incidentes con armas de fuego cada año en comparación con su vecino del sur.

Por ejemplo, todas las armas de fuego deben mantenerse bajo llave y descargadas, y cualquier persona que desee comprar una ha de someterse a exhaustivas verificaciones de antecedentes.

Aun así ha habido llamamientos en los últimos años a endurecer aún más la legislación canadiense sobre armas, especialmente después de una serie de tiroteos mortales.

En abril de 2020 un hombre armado que se hizo pasar por policía mató a 22 personas en Nueva Escocia, el tiroteo más mortífero en la historia de Canadá.

En cuestión de días, Trudeau anunció una prohibición inmediata de 1.500 tipos diferentes de armas militares y de asalto.

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