El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró hoy que Moscú no busca un cambio de régimen en Ucrania sino que la guerra desatada con su invasión quiere “garantizar la seguridad de la población del este”, en una entrevista a una televisión italiana.

“No queremos que (el presidente ucraniano Volodímir Zelenski) se rinda, sino que ordene interrumpir las hostilidades. Nuestro objetivo no es el cambio de régimen en Ucrania, esa es especialidad de Estados Unidos”, sostuvo en el canal italiano Rete4, en su primera entrevista a un medio europeo desde la invasión rusa, el 24 de febrero.

Y agregó, respondiendo en ruso y traducido al italiano: “Queremos garantizar la seguridad de la población del este (el Donbás), amenazada por la militarización y la nazificación de este país, y que de Ucrania no lleguen amenazas a la Federación Rusa”.

El ministro, preguntado por el tema, volvió a negar la autoría rusa de las matanzas en ciudades como Bucha, al subrayar que sus soldados salieron de la ciudad el 30 de marzo, a pesar de los testimonios que indican lo contrario y las imágenes difundidas por la prensa, que criticó continuamente.

“No quiero profundizar en este aspecto porque es tan evidente que es una falsedad, que cualquier observador lo puede comprender de un primer vistazo”, aseguró.

Lavrov insistió en la infiltración de sectores supuestamente neonazis en las instituciones ucranianas y, al ser advertido sobre los orígenes judíos de Zelenski, respondió que Adolf Hitler “también tenía orígenes hebreos”.

Por otro lado no respondió a si fue una provocación el ataque de esta semana contra Kiev el día en el que se encontraba en la ciudad el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ni aclaró el estado de salud del presidente ruso, Vladimir Putin.

“Pregúnteselo a los líderes extranjeros que se han reunido con él”, atajó el jefe de la diplomacia rusa.

Por otro lado, defendió la decisión de Putin de que el suministro de gas a países “hostiles” sea pagado en rublos porque sus reservas en dólares y euros ganadas con la importación de gas “han sido robadas” por el bloqueo impuesto por las sanciones, sostuvo.

“Es muy simple. Hemos sido criticados, sobre todo en los últimos días, han robado nuestro dinero (…) Millones de euros han sido robados porque la mayor parte de estas sumas recibidas por el gas, Gazprom, según vuestras reglas, las ha tenido que guardar en los bancos occidentales. Por eso, este dinero no es accesible”, denunció.

Preguntado por quién puede poder fin al conflicto, Lavrov dijo que “los problemas empezaron hace años”.

El expresidente Petro Porosenko (2014-2019), dijo, emprendió la guerra en el Donbás con los filorusos y afirmó que “el problema pudo haber ser resuelto” por Zelenski porque en su campaña se declaró pacifista en su campaña presidencial.

“En realidad tenía todas las posibilidades, todas las cartas estaban de su mano. Públicamente lo había declarado y quizá en un modo arrogante ha afirmado que no habría aplicado los Acuerdos de Minsk porque significaría la destrucción del Estado ucraniano”, reprochó.

El propietario de Rete4, el ex primer ministro Silvio Berlusconi, que controla el grupo MediaForEurope, la antigua Mediaset, siempre se jactó de su amistad con Putin pero el 9 de abril, mes y medio después del inicio de la invasión, reconoció su “decepción” con él.

“No puedo y no quiero esconder que estoy profundamente decepcionado y dolido por el comportamiento de Vladimir Putin, que ha asumido una gravísima responsabilidad ante el mundo entero”, dijo, después de recibir críticas por su largo silencio sobre la guerra.

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