El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) comenzó una nueva etapa de la mano de Francisco Cervantes Díaz, quien fue aprobado por la cúpula por su capacidad de mediación ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que en el momento más álgido de la pandemia y la crisis económica por el covid-19 le cerró las puertas de Palacio Nacional al máximo órgano de representación del sector privado, hasta hace algunos días presidido por Carlos Salazar Lomelín.
La elección de Cervantes Díaz ya estaba cantada desde hace semanas a pesar de la postulación de Bosco de la Vega, exlíder del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), quien fue respaldado por dicho organismo y por la Confederación Patronal de la República Mexicana.
El nuevo líder del CCE fue votado por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), de la que fue presidente de 2018 a 2021, igual que por el Consejo Mexicano de Negocios, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros y la Asociación de Bancos de México.
López Obrador ya le había hecho un guiño a Francisco Cervantes en diciembre de 2019, antes de la pandemia, al considerarlo “un tipazo”, mientras el empresario reconoció en rueda de prensa, tras semanas sin declaración alguna por su candidatura, que tiene una relación “de amigos” con el tabasqueño.
Más allá de los gestos amables, el nuevo líder de la cúpula empresarial creció y ocupó cargos públicos en el Estado de México bajo el cobijo del Grupo Atlacomulco y de la mano del expresidente de la Concamin Francisco Funtanet Mange, quien estuvo al frente de los industriales de 2012 a 2015, los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Francisco Javier y su hermano Ricardo Funtanet Mange, empresarios cercanos a políticos del grupo Atlacomulco, fueron beneficiados con permisos fast track para derribar cerca de 200 mil árboles y, en su lugar, construir un conjunto residencial de 20 mil viviendas en Jilotzingo, Estado de México, denominado Bosque Diamante, de acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad dada a conocer en enero de 2019.
En 2002, cuando Arturo Montiel era gobernador de la entidad, Funtanet Mange fue secretario de Desarrollo Económico y Cervantes Díaz subsecretario. En 2005 éste ocupó la presidencia del Patronato Pro Construcción de las Unidades Académicas de la Universidad del Estado de México.
Cuando Peña Nieto asumió la gubernatura, Cervantes Díaz fue designado presidente del Consejo de Consulta Participación Ciudadana en Seguridad Pública en 2007 y dos años más tarde, en 2009, fue consejero del Consejo de Seguridad Pública estatal. En 2011, al final de la administración de Peña Nieto como gobernador, Cervantes asumió la presidencia del CCE mexiquense.